lunes, 26 de noviembre de 2018

La jauría humana (The Chase, 1966). Arthur Penn


Un hombre (Robert Redford) que se ha escapado de la cárcel vuelve a su pueblo, pero sus vecinos, gentes absolutamente degradadas, emprenden contra él una auténtica cacería como si se tratara de una diversión más. Sólo el sheriff (Marlon Brando), un hombre integro y cabal, tratará de evitar su linchamiento.

Arthur Penn dirigió este melodrama atmosférico con un pedigrí estelar (con guión de Lillian Hellman y basado en una obra de Horton Foote) y una historia de producción accidentada. Penn luego repudió la película, y se quejó de que el productor Sam Spiegel interfería constantemente durante la producción y luego lo excluía de la sala de montaje. "Nunca he hecho una película en condiciones tan indescriptibles", dijo Penn. "Estaba limitado a mover a los actores como si fueran caballos".

"Aunque su rodaje fue de lo más complicado debido a las diferencias entre director, guionista y productor, un impresionante drama claustrofóbico a vueltas con la miseria de una sociedad podrida."
(Fernando Morales: Diario El País)

Lo que sí ha conseguido absolutamente Arthur Penn ha sido una película importante. Porque dar forma y vibración a esta historia terrible, mantener la tensión angustiada del espectador durante dos horas largas, es artísticamente un gran acierto. Por otra parte, la realización es de una belleza trágica, sobrecogedora. La impresión que deja en el ánimo de los espectadores desazona a la par que conmueve. (A.M.T. en La Vanguardia del 20 de diciembre de 1966)

Si en un principio creemos hallarnos ante un alegato demagógico contra la “high society” industrial de una ciudad de Texas, bien pronto estos temores se desvanecen porque la acusación es más amplia. Con pequeñas acciones, que adquieren categoría de símbolos (…), la autora del guión, que es la veterana Lillian Helman, y Arthur Penn, en una técnica directa y sobria, nos van facilitando las claves del problema: la población está corrompida, y los pocos habitantes conscientes de ello son impotentes para cambiar la situación. Lo que se está preparando, sin que nadie lo sepa porque va a desencadenarlo la presencia de un hombre que se ha fugado de la cárcel y al que muchos temen, es el asesinato de la Ley. La sociedad, amodorrada, no sabe que con ello va a suicidarse. La Ley es la verdadera víctima de esta “jauría humana”, que atentará contra el orden y la justicia con la misma ligereza con que se divierten en el fin de semana. (Martínez Redondo en ABC del 24 de diciembre de 1966).

'La jauría humana' es una de las películas más perturbadoras del cine americano de los sesenta, y su director, Arthur Penn, es uno de esos realizadores que con una mirada limpia observan hechos repugnantes. (...) Viéndola hoy, sus imágenes resultan igual de perturbadoras, de mareantes, de insoportables. En su momento, fue un sonoro fracaso y un escándalo. La América del buen rollismo de los sesenta no podía tragar este puñetazo en el estómago, que indagaba con ferocidad en la oscura América Profunda de mitad de siglo. Y su impactante violencia, que ahora no sorprende tanto, dejó a los críticos estupefactos y provocó que escribieran auténticas barbaridades sobre ella. (Adrián Massanet en Espinof)

A pesar de los problemas de producción que sufrió el film, éste permanece como una fresca, acerada visión sobre una sociedad que arrastra sus pies en arenas movedizas, en donde todas las intrahistorias parecen sujetas por alfileres a punto de desprenderse. (...)
El período de finales de los 60, con sus amplitudes y esperanzas libertarias, especialmente sexuales, es avistado también con perspicacia mediante intercambios, deseos pedófilos, guateques llenos de deseos orgiásticos, revólveres liberadores…
Escenas magníficas como la del apaleamiento del sheriff son parte destacada de un título infravalorado, antirracista y anticlasista, conducido con buen pulso por parte de un Arthur Penn en plena forma. (Antonio Méndez en AlohaCriticón)

La Jauría Humana es un auténtico puñetazo en el estómago, un film cruel y nihilista a la vez que profundamente pesimista y desesperanzado. Los personajes son egoístas, o estúpidos, o avariciosos o todo eso a la vez. Y las únicas personas de este microcosmos que resultan algo positivas son todas desgraciadas e infelices y no les espera un final satisfactorio. No se deja títere con cabeza. (El gabinete del doctor Mabuse)

Precediendo a Bonnie y Clyde por un año, el drama de Arthur Penn en una ciudad pequeña, ostentando un reparto de primera clase (Brando, Redford, Jane Fonda) es una película por excelencia que apunta a la temática y la dirección tonal que Hollywood tomaría a finales de los años sesenta. (Emanuel Levy)

Adaptación de una novela de Horton Foote, en la que se desarrolla una historia de suma violencia ambientada en la América profunda. Todas las frustraciones de una pequeña localidad sureña, dominada por el caciquismo, los prejuicios sociales y el racismo, saldrán a la luz a partir de un mínimo pretexto y darán pie a una explosión de bajos instintos. Todo ello está narrado con gran precisión y apoyado en un excelente reparto, que se completa con Janice Rule, Martha Hyer, Robert Duvall y Miriam Hopkins. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 16 de diciembre de 1966.

Reparto: Marlon Brando, Jane Fonda, Robert Redford, E.G. Marshall, Angie Dickinson, Janice Rule, Miriam Hopkins, Martha Hyer, Robert Duvall, Richard Bradford, Henry Hull, Diana Hyland, Jame Fox.


                                         

miércoles, 21 de noviembre de 2018

De aquí a la eternidad (From Here to Eternity, 1953). Fred Zinnemann



Año 1941. El soldado Prewitt (Montgomery Clift), que acaba de llegar a la base militar de Pearl Harbor en Hawai, es un antiguo boxeador retirado del ring. El capitán Holmes (Philip Ober), conocedor de sus habilidades como púgil, intenta que se una al equipo del ejército, pero Prewitt rechaza la propuesta. A partir de ese momento se ve sometido a toda clase de castigos y humillaciones tanto por parte de sus superiores como de sus compañeros. Sólo cuenta con la amistad y el apoyo del soldado Angelo Maggio (Frank Sinatra). Mientras tanto, el sargento Milton Warden (Burt Lancaster) y Karen (Deborah Kerr), la mujer de Holmes, viven una historia de amor adúltera. Pero la vida de todos cambiará con el ataque japonés a Pearl Harbor.

En el 2002, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry.

Un intenso y amargo drama humano, con tipos que reaccionan de muy distintas maneras. El relato no es, precisamente, un modelo de novela rosa, y no le adornan las delicadas transparencias de la candidez y la pureza. No son edificantes las relaciones entre la esposa del capitán y el sargento, pero, en cambio, a cuanto sucede, tan a ras de tierra, lo ennoblece el sentimiento de lealtad y del cumplimiento del deber que los soldados patentizan en los momentos críticos. (Donald en ABC del 18 de abril de 1954)

La impresión más duradera que “De aquí a la eternidad” deja en el espectador sensible es, precisamente, la de una perfección difícilmente superable. Perfección en el magistral cálculo narrativo del guión, en la labor directora de Fred Zinnemann, que ha orillado cualquier influjo cerebral o de elaboración expresiva para construir una obra de auténtica firmeza clásica; perfección también en la actuación de unos comediantes que superan sus propias posibilidades (…). Perfección asimismo, por último, en la fotografía, en el montaje, en la música y en la adición de un doblaje excelente. (H.S.G. en La Vanguardia de 18 de abril de 1954)

Una película narrada con pulso firme por Fred Zinneman, quien configura el ataque nipón aunando tensión física y psicológica. La vehemencia amorosa queda ejemplificada en la popular secuencia que muestra a Burt Lancaster y a Deborah Kerr besándose efusivamente tumbados en la playa mientras la marea los recoge simulando un abrazo orgásmico. (AlohaCriticón)

Las pasiones son el lugar central en que se mueven los personajes, pasión por el ejército y pasión por el amor: Un hombre humillado pero disciplinado que buscará una huida en el cariñoso afecto de una prostituta, un suboficial leal, veterano y contradictorio, que encontrará una aventura efusiva sin punto de destino, un temperamental y simpático soldado amante de las juergas y el alcohol, y una mujer insatisfecha que vive en un paraíso lleno de hombres libidinosos son algunos de los personajes que encontramos en una película narrada con pulso firme por el maestro Fred Zinneman, quien construye el sorprendente ataque nipón de una manera más que efectiva, contado con suma tensión física y psicológica. (Guevara en El séptimo arte)

El guionista Daniel Taradash rescató, si no una gema, al menos un diamante industrial de alta calidad de esta dura novela. (Time Magazine)

La película cuenta una historia convincente con muchos de los elementos que las audiencias encuentran atractivos. (James Berardinelli)

Burt Lancaster y Montgomery Clift (...) logran hacernos sensibles esta complicidad en el sentido profundo de la justicia, esta amistad viril y austera mantenida con miradas fugaces, temas discretos y entrañables cuya responsabilidad es necesario atribuir a Fred Zinnemann. (Jean-José Richer en Cahiers du Cinéma, nº 34 de abril de 1954)

Una película así desperdiciada no está lejos de ser una película despreciable. (Louis Seguin en Positif nº 10 de mayo de 1954)

Basada en la novela de James Jones que también inspiró la serie televisiva homónima, éste es lo que los franceses llaman un "film-vedette". Con sus ocho Oscars a cuestas y la aureola de escándalo sensacionalista que rodeó su estreno, en su momento fue muy considerado. Con todo, hoy en día se ve reducido a un melodrama bien construido aunque con una enojosa tendencia al exceso. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 17 de abril de 1954.

Reparto: Burt Lancaster, Montgomery Clift, Deborah Kerr, Frank Sinatra, Donna Reed, Ernest Borgnine, Philip Ober.





miércoles, 14 de noviembre de 2018

Brokeback Mountain (2005). Ang Lee


Verano de 1963. Dos vaqueros, Ennis Del Mar y Jack Twist, se conocen mientras hacen cola para ser contratados por el ranchero Joe Aguirre. Los dos aspiran a conseguir un trabajo estable, casarse y formar una familia. Cuando Aguirre les envía a cuidar ganado a la majestuosa montaña Brokeback, entre ambos surge un sentimiento de camaradería que deriva hacia una relación íntima. Al concluir el verano, tienen que abandonar Brokeback y seguir caminos diferentes.

Indiscutible obra maestra en un Hollywood donde los hallazgos no menudean, Brokeback Mountain nos traslada a los memorables melodramas que otro extranjero, el cineasta de origen danés Douglas Sirk (mentro fílmico de Fassbinder y Almodóvar) rodó en el Hollywood de los años cincuenta. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia del 22 de enero de 2006)

Sin duda Brokeback Mountain es una gran película, que trata asuntos de alto riesgo, hecha sobre un fondo visual y emocional exquisito y clásico, y que consigue ante la mirada del espectador un finísimo y elaborado trasvase de líquidos entre géneros y, lo que aún es más complicado, entre sentimientos. Podríamos estar en un “western” y podríamos estar ante una historia entre homosexuales… Podríamos estar en el terreno profundo del drama y podríamos estar ante una inabarcable historia de amor… (E. Rodríguez Marchante en ABC del 20 de enero de 2006)

Ang Lee (que ya abordó la temática gay en El banquete de boda, en tono de comedia) adapta un relato de Annie Proulx, convertido en guión por Larry McMurtry y Diana Ossana. Probablemente su peor defecto es que se nota la intención de vender una idea, la de la normalidad de las relaciones homosexuales. Pero Lee es un cineasta hábil, y sabe entre medias mostrar los desgarrones interiores de los protagonistas, incapaces de decir adiós a su relación, aunque sólo fuera porque ya se decantaron por otra opción (crear un hogar, cada uno con una mujer). Hay un buen trabajo de Jake Gyllenhaal y Heath Ledger, a costa de los personajes femeninos, muy esquemáticos y con comportamientos poco razonables. (Decine21)

Lee se introduce en la mitología del western y en cierta iconografía de la década, recordándonos en cierto modo a Sam Peckinpah, para hablarnos no tanto de una relación homosexual, que también, como de una relación de amor a secas; además, con los problemas que surgen alrededor de la misma, su imposibilidad, el dolor que supone la separación. El cineasta hace gala de un estilo austero, directo, seco pero no frío, analítico y profundo, arropado por unas más que excelentes interpretaciones y una música y una fotografía magníficas. La película quizá adolece de una duración excesiva y algo menos de metraje habría equilibrado y redondeado una obra ya de por sí excelente. (Israel Paredes en Sensacine)

Lo más interesante de la película es la significación de los escenarios en los acontecimientos y caracteres, muy plausible, digna de un Anthony Mann, aunque sin la mesura y equilibrio de éste, ya que presenta concesiones al esteticismo tan gratuito en estos tiempos que corren y al sobre-empleo de los mismos como medio de ocultación de otras carencias.
En cuanto a los personajes principales, correctamente interpretados por la pareja protagonista, el director de origen taiwanés, con sus guionistas Larry McMurtry y Diana Ossana, está tan preocupado en evitar estereotipos en la creación de los mismos que descuida el retrato de los secundarios, a los que sí acomoda dentro de clichés para (se supone) remachar el dilema moral y la dificultad de la vinculación romántico-sexual en un contexto poco devoto a la relación homosexual de Ennis y Jack…pasional para unos, emocionante para otros. Amodorrante e interminable para este que escribe. (AlohaCriticón)

Los que han hecho la película se han centrado con tanta atención y con tanto sentimiento en Jack y Ennis que la película es tan observadora como el trabajo de Bergman. (Roger Ebert)

Nunca me conmovió ni me entusiasmó demasiado lo que finalmente presencié en la pantalla, aunque no discuto los superlativos que la mayoría de mis colegas le han dedicado. (Andrew Sarris)

El León de oro de Venecia 2005 fomenta el aburrimiento en lugar de la emoción. Al hacer del western lo posible y lo imposible del relato, el cineasta se encuentra en el punto donde el impedimento de sus héroes converge con el suyo. (Eugenio Renzi en Cahiers du Cinéma)

El conjunto cae bastante rápido en el melodrama torpe donde todo está subrayado y en lo empalagoso, mientras que el tema pedía rigor y amargura. (Philippe Rouyer en Positif)

Ficción alimentada por la realidad, este objeto al margen, a priori no convencional, no es menos cine. Poderosamente evocador, genera en el espectador, al principio sorprendido luego conquistado, preguntas y emociones. (Manuel Merlet en Libération)

Sin apartarse aparentemente ni un átomo de la tradición, Ang Lee se atreve a mostrar, a lo largo de un par de décadas, las relaciones entre dos vaqueros, ambos hijos de granjeros y en origen, pobres y asalariados. Todo rezuma clasicismo en este film reposado y tranquilo. Pero lo que ha construido Ang Lee es también una suerte de programa antiwestern con todas las de la ley: aquí lo que se premia es lo cotidiano contra lo heroico, lo escondido ante lo visible, lo femenino contra lo masculino. Y el resultado es una película sencillamente asombrosa, con su tempo reposado y su furiosa carga de profundidad, con sus silencios y la belleza cálida de su historia de amor, una de las más respetuosas que haya visto este cronista en mucho tiempo. (Mirito Torreiro en Fotogramas)

Película estrenada en España el 20 de enero de 2006.

Reparto: Heath Ledger, Jake Gyllenhaal, Michelle Williams, Anne Hathaway, Randy Quaid, Linda Cardellini.