miércoles, 1 de agosto de 2018

Conviction (2010). Tony Goldwyn



Betty Anne Waters es un ejemplo de estoicismo, solidaridad y entrega. En 1983, su hermano Kenny fue condenado a cadena perpetua por un asesinato que no cometió. Por aquel entonces, Betty Anne, que trabajaba como camarera en un bar, era una mujer de 28 años divorciada y con dos hijos. Completamente convencida de la inocencia de su hermano, se puso a estudiar derecho y cuando terminó la carrera se convirtió en su representante legal para luchar por conseguir su exculpación.

Estamos, pues, ante una película de la estirpe de «Erin Brokovich», aunque sin el sano escepticismo de Soderbergh y con el almibarado añadido de una relación fraternal más grande que la vida. Una película que se limita a ilustrar su tesis obviando lo más importante: que seis meses después de ser liberado, Kenny Waters murió de la forma más absurda. (Sergi Sánchez en La Razón)

"Hilary Swank busca su 'Pena de muerte' y le sale un telefilme. (...) Si queda algo por encima de la media es por el empeño de Swank (...) algunas actuaciones aisladas y el clásico ritmo adictivo de las películas de abogados" (Manuel Piñón en Cinemanía)

Mostrar las fisuras del sistema judicial y el derrumbe del entorno familiar de la protagonista constituyen los ejes de una historia para cuya convicción habría necesitado el oficio de grandes directores del pasado como Arthur Penn o Richard Brooks, de talante liberal, que denunciaron el hecho de que la justicia, sin dinero, no siempre es igual para todos. (Lluís Bonet Mojica en La Vanguardia)

El largometraje se salva de la linealidad y la neutralidad precisamente por los momentos de flashbacks que tiene. Incluso nos llegamos a encontrar con flashbacks de segundo grado; uno dentro de otro, al más puro estilo ‘Origen’ (2010) o ‘Nivel 13’ (1999), pero esta vez sin sueños de por medio. Éstos otorgan el peso merecido a la pareja protagonista y disponen el lienzo sobre el que van a trabajar sus (esto sí) solventes actores. (María Jesús Pérez Girón en La huella digital)

"No hay rostros ni cuerpos en la película de Goldwyn, y por lo tanto no hay conflicto. Todo aparece en el mismo nivel, sin rugosidades ni pliegues".(Carlos Losilla en Cahiers du Cinéma España)

La narración de Goldwyn parece funcionar mejor cuando sigue fórmulas preestablecidas (el montaje durante el que Betty Anne descubre la existencia de las pruebas de ADN que formarán una parte vital de su alegato) que cuando intenta una alternancia entre líneas temporales con flashbacks que recuerdan la infancia de los dos hermanos mientras los distintos juicios tienen lugar. Es decir, cuanto más se parece a un telefilm de lujo con grandes intérpretes, menos irritante resultan sus manipulaciones emocionales. (Diana Albizu en Sensacine)

La historia genera ese tipo de urgencia que sentimos cuando un personaje obviamente tiene razón y se enfrenta a la estupidez y la mezquindad. Entrega. (Roger Ebert)

Betty Anne Waters endulza la verdadera historia en la que se basa, y el director Tony Goldwyn conecta diligentemente los puntos del guión de Pam Gray. (Peter Travers en Rolling Stone)

La calidad de la actuación es constantemente alta y la energía crepitante del Sr. Rockwell contribuye en gran medida a compensar el tono predominantemente serio de la película. (Joe Morgenstern en Wall Street Journal)

Aunque eficaz, la puesta en escena parece teledirigida, los trémolos de piano anuncian hasta los cambios de lugar. (Eithne O'Neill en Positif)

La película se ve sin disgusto, pero sin pasión, debido a una puesta en escena impersonal. (Christophe Carrière en L'Express)

Conviene reivindicar una película que, como el cine clásico de Hollywood, se preocupa de contar bien una pequeña historia, perdida en la América profunda, confundida con otros tantos relatos criminales parecidos. Si queremos y tenemos cultura cinéfila rica y exigente, podemos encontrarle ecos de Yo creo en ti (Henry Hathaway, 1948) o A sangre fría (Richard Brooks, 1967), pero es mejor valorarla por su seriedad, educación y crudeza fuera de modas catódicas. (Pere Vall en Fotogramas)

Película estrenada en España el 15 de julio de 2011.

Título español: Betty Anne Waters.

Reparto: Hilary Swank, Sam Rockwell, Minnie Driver, Melissa Leo, Juliette Lewis, Peter Gallagher.


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