domingo, 1 de abril de 2018

Suspicion (1941). Alfred Hitchcock



Un atractivo vividor coincide en el tren con una joven ingenua que acabará teniendo que pagarle el billete. Más adelante, vuelven a encontrarse en una fiesta y, tras un breve romance, ella decide casarse con él, a pesar de la oposición de su padre. Considerada por todos, incluida su familia, una solterona, está empeñada en demostrarles que alguien la puede amar.

"Atractivo thriller que encierra algunas escenas -como la secuencia en la que Cary Grant sube una interminable escalera con un vaso de leche posiblemente envenenado- que han pasado a la historia del cine. Magistral desde el primer hasta el último minuto y con un trabajo interpretativo impresionante." (Fernando Morales: Diario El País)

Hitchcock jugó con la posibilidad de que tras tanta simpatía y encanto, Cary Grant , su personaje, pudiera esconder a un asesino sin escrúpulos, y durante todo el metraje de Sospecha tal posibilidad mantiene en vilo al espectador, con especial disgusto para las féminas. Los productores le permitieron esas ambigüedades a condición de que al final quedara bien clarito que Cary Gran seguía siendo el seductor y atractivo personaje de siempre que embaucaba a las espectadoras con sus encantos, pero que, por supuesto, era absolutamente inofensivo. (El blog de Scotty)
 
No me gusta el final de la película, pues tenía otro, distinto al de la novela; cuando al final del film Cary Grant lleva el vaso de leche envenenado, Joan Fontaine estaría escribiendo una carta a su madre: "Querida mamá, estoy desesperadamente enamorada de él, pero no quiero vivir. Va a asesinarme y prefiero morir. Pero creo que la sociedad debería estar protegida contra él." Entonces, Cary Grant le da el vaso de leche y ella dice: "Querido, ¿quieres enviar esta carta a mamá, si no te molesta?" Él dice: "Sí." Ella bebe el vaso de leche y muere. Fundido, encadenado, una escena corta: Cary Grant llega silbando, abre un buzón y echa la carta dentro. (Alfred Hitchcock en conversación con François Truffaut)
 
Un filme que juega con la ambigüedad del personaje de Grant y pone el énfasis en sus miradas y en situaciones llenas de incertidumbre. En una de sus genialidades, el director sumergió una bombilla encendida en un vaso de leche (¿envenenada?) que Johnny servía a su esposa. Fotografiado en blanco y negro, el vaso adquiría un resplandor que llamaba la atención sobre él, haciendo innecesarias las palabras. Un recurso de auténtico maestro. (Playcine de ABC)
 
Con el desenlace que todos hemos presenciado, de una gran tensión y emoción —y donde sobra la explicación del dinero del seguro y el posible suicidio— lo que Hitchcock logró fue cambiar el tema de la película de una mujer descubriendo que su marido es un asesino a una mujer que piensa, o cree, que su marido es un asesino sin serlo, lo cual resulta a mi parecer mucho más inquietante e interesante. (Alberto Abuín en Espinof)

Esta parte más oscura de la película contrasta con una previa, en la que parece reinar un ambiente de comedia y buenas sensaciones, un seductor que empieza lo que podría ser una nueva vida más estable con su encantadora y rica esposa, pero de la comedia, en la que Cary Grant se mueve como pez en el agua y fuera de ella, pasamos a la angustia de pensar que sobre la feliz vida matrimonial se ha erigido el manto del miedo y el terror tejido de desconfianza y aislamiento, duda y sombras. (Álvaro Esteve en El espectador imaginario)

Curioso el tratamiento escénico, pues muchas de ellas resultan muy cortas, otras están cortadas de manera abrupta y la transición general de las mismas realizadas con fundidos en negro, hecho poco habitual en la filmografía de su autor. (AlohaCriticón)

"El señor Hitchcock es probablemente el sofista más ingenioso para la creación de películas - y cualquier persona que no lo piense, lo que debe hacer es ver Sospecha". (Bosley Crowther)

Todos reconocen que esta película de Hitchcock de 1941 es un fracaso, sin embargo, muestra tanta seriedad artística que su fracaso es absolutamente misterioso. (Dave Kehr)

Sospecha es un buen Alfred Hitchcock, hasta los últimos minutos. En esos minutos finales, la película se desmorona por las costuras. (Time Magazine)

El cuarto largometraje que Hitchcock dirigió en Hollywood fue la adaptación de una novela de Francis Iles. La acción se articula a partir de las obsesivas sospechas de una esposa sobre las intenciones homicidas de su marido. Para desarrollarla creó una atmósfera opresiva que iba cerrándose en torno a la protagonista. El convencional e impuesto desenlace malogró parcialmente el admirable conjunto. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 10 de diciembre de 1943.

Título español: Sospecha.

Reparto: Cary Grant, Joan Fontaine, Cedric Hardwicke, Nigel Bruce, Dame May Whitty, Isabel Jeans.




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