viernes, 13 de abril de 2018

L'innocente (1976). Luchino Visconti


Giuliana Hermil es una mujer asentada en el convencionalismo de un matrimonio que siente roto, desde hace tiempo sospecha que su marido, Tullio Hermil, tiene una amante. Éste, aclimatado en una filosofía del goce y disfrute, se dedica a entrenar en la esgrima, a la lectura, y a su amor pasional, su amante Teresa Raffo. En Tullio no surgirá la chispa del deseo por su mujer hasta que se entere de la relación que ésta ha iniciado con un joven escritor llamado Filippo d’Arborio. Cuando la presión social y los celos le dominen, surgirá la pasión carnal perdida, pero un trágico hecho ocurrirá: Giuliana se queda embarazada de Filippo. Cuando, a pesar de haberse reconciliado, Tullio se dé cuenta de que no puede aceptar al niño, surgirán en él una serie de sentimientos de locura y paranoia.

Basada en una novela de Gabriele D'Annunzio (1863-1938) publicada en 1892.

La versión cinematográfica, en su afán de ofrecer un retrato de familia, y al tiempo la aventura social ya la vez costumbrista de una época, ha realzado la importancia de algunos personajes corno la amante del marido, y arrastrado a éste, hasta el suicidio, pues -según Visconti-, el público actual no habría tolerado que un infanticidio quedara impune. Hay también alusiones a la igualdad de la mujer, no sólo en el amor, en esta tragedia ,convertida en cuento moral de ambición popular, hermosas escenas y desmesurados diálogos donde se roza el melodrama y los personajes se presentan más como caracteres -el marido, la esposa, la amante, la madre-, que como seres humanos que de serlo, seguramente hablarían, amarían, y morirían de otro modo. (Jesús Fernández Santos en El País)

"Espléndida historia, en la que pueden reconocerse todas las constantes del cine de Visconti. Un legado lleno de lucidez, escepticismo y desesperación (...) totalmente imprescindible." (Fernando Morales: Diario El País)
 
Si la novela, al fin -tal vez para no escandalizar más de lo que ya lo hizo en la época en que fue publicada-, parece ser una especie de confesión, no ante la justicia pero sí ante sí mismo, ante un probable dios, sin mencionarlo; Visconti ve al personaje como a un ser más envalentonado en sus propuestas radicales, tanto es así que, en un inesperado giro final, agrede al mundo con el espectáculo de su suicidio. Tullio había tenido que volver a su antigua amante y no había soportado ese laberinto, esa odiosa concatenación de causas, en un hombre como él, orgulloso de su dominio de la vida pero atrapado finalmente en una prisión emocional, en una asunción de humanidad rastrera, sucia, excesiva, impropia del soberbio concepto que tiene de sí mismo. (Javier Puig en La galla ciencia)

Como una ópera trágica o un melodrama de época de barroquismo elegante, el realizador italiano se despide de todos con dosis elevadas dosis de belleza y con un retrato extremo de una clase social en decadencia. Un mundo de apariencias y elegancias que se hunde en sentimientos, acciones y pensamientos oscuros. (...) El inocente envuelve por su belleza, su espiritu eligiaco y por el reflejo triste de la decadencia. Emociona ver en los créditos unas manos ancianas, las del propio Visconti, que toman un viejo libro y van pasando las páginas, que pronto veremos reflejadas en la pantalla. (El blog de Hildy Johnson)

El resultado es una gran película desordenada, no siempre dominada, pero que sin lugar a dudas lleva la marca de su autor. Un testamento morboso y decadente hecho por un anciano que no ha hecho las paces con sus demonios internos. (Virgile Dumez en aVoir-aLire.com)

Esta dolorosa película, atormentada por la muerte, no tiene nada de académica al respecto. La lujosa reconstrucción de Italia en el siglo XX está marcada por la nostalgia de Visconti por su infancia aristocrática. (Samuel Douhaire en Télérama)

En toda la filmografía de Visconti, el melodrama es una constante que se encubre bajo coartadas culturales. En esta ocasión, pese a contar con una de tanto peso como es Gabriele D'Annunzio, se expresó en toda su intensidad. La fuerza pasional del film póstumo de su autor no impide que del mismo se desprenda el retrato moral de una época, expuesto con exquisito sentido estético. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 16 de septiembre de 1976.

Título español: El inocente.

Reparto: Giancarlo Giannini, Laura Antonelli, Jennifer O'Neill, Rina Morelli, Massimo Girotti, Didier Haudepin, Marie Dubois, Marc Porel.


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