jueves, 15 de febrero de 2018

The Hunchback of Notre Dame (1939). William Dieterle


A finales del siglo XV, en París conviven un pueblo ignorante, un rey comprensivo, un malvado juez y una organización de mendigos que servirán de comparsas a dos personajes marginados: la gitana Esmeralda y Quasimodo, el jorobado campanero de Notre Dame.

Pocos discutirán la afirmación de que la adaptación de RKO en 1939 de  la novela de Victor Hugo Nuestra Señora de París fue la mejor de sus muchas versiones cinematográficas. Decimos esto incluso teniendo en cuenta ciertas libertades tomadas con los materiales originales por los guionistas Sonya Levien y Bruno Frank para establecer paralelismos entre el París del siglo XV y la Europa del siglo XX. Por lo tanto, Claude Frollo (Cedric Hardwicke), el villano del film, ya no es un hipócrita religioso incapaz de controlar sus propios deseos carnales. En cambio, Frollo es un Hitler de segunda, advirtiendo que la invención de la imprenta es peligrosa, ya que alentará a la chusma a pensar por sí misma, y planea la persecución y destrucción de los gitanos "indeseables". En la misma línea, el poeta Gringoire (Edmond O'Brien en su debut cinematográfico) se ha transformado en un activista del teatro de agitación, empeñado en llevar la verdad sin barniz a los parisinos ignorantes. Muchas de las tramas secundarias de Hugo han sido eliminadas para concentrarse mejor en Quasimodo (Charles Laughton), grotescamente deformado, campanero de la Catedral de Notre Dame, y su lealtad perruna hacia la bailarina gitana en peligro Esmeralda (Maureen O'Hara, en su primer film americano). El cisma entre los que tienen y los que no tienen en la ciudad amurallada de París se ilustra con amplios y dinámicos trazos.

Ambientada en el siglo XV en Francia, Esmeralda la zíngara captura el tumulto de la época medieval, ya que la superstición y los prejuicios están en guerra con el progreso, tanto material como intelectual. La Iglesia y el Estado se unen para intentar contener las oleadas de cambio que se ciernen sobre Europa, que se encuentra en la cima del Renacimiento. La actuación de Charles Laughton como Quasimodo, el protagonista deforme, es tan conmovedora como el trabajo de Lon Chaney en la película muda anterior. Venciendo su deformidad física y su condición de marginado social, Quasimodo representa todo lo más noble y heroico de la humanidad, mientras que el físicamente dominante Frollo, un hombre de inmenso poder político y religioso, actúa como su contrapunto moralmente corrupto y sexualmente reprimido. El debut cinematográfico de Maureen O'Hara también es memorable; las pasiones que inspira en los hombres a su alrededor son totalmente creíbles. La recreación del París medieval es un logro impresionante, y la elegancia de los valores de producción es indiscutible. El director William Dieterle realiza un difícil trabajo, creando una película de gran alcance y notable intimidad. La película se toma algunas libertades con el material original, pero capta muy bien la esencia de la novela de Victor Hugo. Fue nominado para dos Premios de la Academia (música y sonido); la interpretación definitiva de Laughton fue pasada por alto por la Academia.

La versión de Dieterle es quizás la única traslación cinematográfica que de verdad merece la pena ver. Es una hermosa película por sí misma, sin necesidad de acudir a la fuente y abunda en momentos memorables (la aparición heroica de Quasimodo al grito de "¡Santuario!" sigue poniendo los pelos de punta). Pero por otro lado, hay muchos factores que convergen para convertir esta película en la adaptación casi perfecta: Maureen O'Hara, la sublime ambientación gótica, la mirada de Frollo desde lo alto de la catedral, la perfecta plasmación del obscurantismo medieval, lo grotesco de la Corte de los Milagros, etc... (Neathara en Film Affinity)

Soberbia adaptación de la famosa novela del escritor francés Victor Hugo “El Jorobado De Notre Dame” con una sobresaliente dirección de William Dieterle recreando de forma melancólica el escenario y los personajes de la ciudad de París del siglo XV con espléndida dirección artística de Van Nest Polglase y fotografía de Joseph August. (AlohaCriticón)

Esmeralda la zíngara, titulada así en nuestro país para que el público de entonces no la confundiera con el filme mudo El jorobado de Notre Dame, protagonizado por Lon Chaney en 1923, es un notable ejemplo de cómo todos y cada uno de los elementos que componen una producción cinematográfica (guión, decorados, actores, música, fotografía…), pueden confluir de manera casi perfecta dando lugar a una magnífica película. (Esculpiendo el tiempo)

Una de las innumerables versiones cinematográficas que ha tenido la novela más famosa de Victor Hugo. Pese al notable esfuerzo de producción que supuso en su momento, no consiguió superar la versión dirigida por Wallace Worsley e interpretada por Lon Chaney en 1923. Pese a ello, Charles Laughton compuso un Quasimodo de gran prestancia. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 30 de noviembre de 1944.  
 
Título español: Esmeralda la zíngara.

Reparto: Charles Laughton, Maureen O'Hara, Cedric Hardwicke, Thomas Mitchell, Edmond O'Brien, Alan Marshal, Harry Davenport, George Zucco.


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