lunes, 20 de noviembre de 2017

Blade Trinity (2004). David S. Goyer


Durante años, Blade ha luchado contra los vampiros sin que el mundo supiera lo que sucedía en los bajos fondos. Pero ahora, tras caer en las redes del FBI, se ve forzado a salir a la luz del día para unir sus fuerzas con un clan de humanos cazadores de vampiros que nunca supo que existían, los Nightstalkers. Junto a Abigail y Hannibal, Blade sigue la pista de una antigua criatura que lo está acechando: Drácula, el vampiro original.

David Goyer retrata un Blade que recuerda al de la película original, con unas secuencias que marchan a golpe de música de discoteca, muertes coreografiadas y fuertes dosis de acción. Su elección de planos, ritmo y planteamiento es correcta y hace que la película avance rápidamente, pero no ofrece nada nuevo salvo construcciones ad hoc, poco originales y algo pretenciosas. Dicho de otra manera, la cinta es más de lo mismo que ya veníamos viendo en entregas anteriores, pero ya con cierto sabor a refrito. (Hobbyconsolas)

Desde luego Blade: Trinity no es Ciudadano Kane, pero tampoco intenta serlo. Es una sencilla forma de matar el tiempo para aquellos que quieran vaciar por un momento su cerebro y divertirse con un entretenimiento suave y de fácil digestión. (Zona Negativa)

Una trama que es una constante huida hacia adelante plagada de supuestas secuencias molonas de esas que hacen mucho ruido pero poco o nada plantean a nivel argumental. Tanto es así que, eliminando todo el sesgo de acción del metraje, lo que queda es de un escueto que asusta, y uno no entiende muy bien cómo diantres se dio luz verde a un proyecto que carecía de los mínimos herrajes que sí tenían sus predecesores. (Sergio Benítez en Espinof)

Respecto a la labor del realizador, tan sólo apuntar que abusa de tomas que apenas duran unos cuantos segundos, imita de vez en cuando a los hermanos Wachow-ski y, de paso, pretende hacernos creer que estamos ante un largome-traje auspiciado por Jerry Bruckheimer, de ahí que los protagonistas se muevan de vez en cuando a cámara lenta y caminen de forma coordinada mientras se dirigen al espectador. (Joaquín R. Fernández en La butaca)

"Carece del hilo narrativo agudo y la fresca claridad del cómic de los films anteriores, y recurre demasiado fácilmente a escenas de luchas sin orden que tienen tantos cortes que carece de cualquier tipo de forma o ritmo." (Roger Ebert)

"Deja una irrefrenable sensación de ya vista. (...) mucha menos oscuridad y bastante más acción (sin sentido)." (Javier Ocaña: Diario El País)

"La más floja de todas. Empezando por un guión deficiente, pasando por una acción trepidante pero reiterativa y acabando por un malo flojito." (José Manuel Cuéllar: Diario ABC)

Enérgico y dotado de un toque cómico, reconocible pero diferente, Blade: Trinity sale con la cabeza en alto de una prueba que no estaba ganada por adelantado: excelente entretenimiento, cierra más que honorablemente una trilogía en negro y en colores de la cual incluso se podría lamentar que no se haya extendido más. (Julie Deh en L'écran fantastique)

Desafortunadamente, la aventura marca una clara retirada de los episodios salvajes de Stephen Norrington y especialmente de Guillermo Del Toro. A veces graciosa, la película emociona sólo involuntariamente. (Adrien Gombeaud en Positif)

David S. Goyer no ha flaqueado argumentalmente en la serie, aunque no sea un realizador notable. Suple su bisoñez con funcionalidad, con violentos mordiscos a todo tipo de referencias (de El último hombre vivo a la catódica V), y con la seguridad de que el seguidor fiel de la limpieza étnica del negro cazavampiros va a aplaudir peleas estupendas y escenas de acción (la persecución por los edificios de Blade y Drake) cosecha de una lubricada segunda unidad. Donde sí se luce el autor, acaso en detrimento del terror puro y duro, es en una sucesión de subversivas y divertidas notas críticas. Chistes venéreos sin tregua (cortesía de Ryan Reynolds) se codean con un Drácula exiliado en Irak y furioso con el mundo (y con el merchandising), la descerebrada solución de una guerra biológica o el plan social vampírico para acabar con la indigencia. Sana incorrección. (Fausto Fernández en Fotogramas)

Película estrenada en España el 11 de marzo de 2005.

Reparto: Wesley Snipes, Kris Kristofferson, Jessica Biel, Ryan Reynolds, Parker Posey, James Remar, Eric Bogosian.

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