viernes, 8 de septiembre de 2017

Top Hat (1935). Mark Sandrich


Jerry Travers, un astro de la comedia musical americana, llega a Londres y se instala en la habitación del productor de su obra, Horace Hardwick. El azar le hace conocer a la bella modelo Dale Tremont, que se aloja en la habitación de abajo. Ella le toma, erróneamente, por Hardwick y, al enterarse que está casado (en realidad, y aunque no lo sabe, con una amiga suya, Madge), le rechaza y viaja con su jefe, el modisto Alberto Beddini, a Venecia, donde, por despecho, se casará con él.

Por ello, por sentir de nuevo un escalofrío en nuestra espalda al escuchar sus compases, merece la pena sin ninguna duda revisionar esta película. Y sumergidos en la música. En todas y cada una de sus melodías, hasta “perdonamos” un guión un tanto flojito ó unos decorados al “art decó”. Pero todo vale. En la depresión americana la gente no tenía dinero, pero tenía intacta su capacidad de soñar. Y la pareja Astaire-Rogers entre sombreros de copa, smokings y muselinas les transportaban al mundo de los sueños en alas de la danza. Este es uno de los casos en que para disfrutar con plenitud de una película y juzgarla con justicia es muy aconsejable conocer su historia y las circunstancias que la rodearon. No hacerlo así podría confundirnos fácilmente y calificar de ñoña una película que trataba de ser un hermoso cuento de hadas donde olvidar siquiera por un rato las penurias de una lamentable situación económica. Sin duda lo consiguió. Magistralmente. (Father Caprio en Film Affinity)

Una verdadera delicia. Tiene números maravillosos, como el que tiene lugar en el cenador mientras cae una tormenta. Verdaderamente las canciones de Irving Berling casan a la perfección, y por encima de la que da título al film, hay que destacar la mítica y pegadiza "Cheek to Cheek". (Decine21)

El director es el infravalorado Mark Sandrich, cuyo toque impecablemente superficial maximiza la destreza lujosa y sincopada que tan esencial es para la serie. Estrenada en 1935, en plena Gran Depresión, la espectacularidad, el lujo, los bailes, la música ensoñadora de Sombrero de copa hacen que la película rezume optimismo y que uno se abstraiga de todo durante los 101 minutos que dura su metraje. Obviamente, hasta que sale del cine y se encuentra otra vez con la cruda realidad. (El blog de Manuel Cerdà)

Porque estamos atados por la gravedad y las limitaciones de nuestros cuerpos, porque vivimos en un mundo donde las noticias son a menudo malas y las perspectivas inquietantes, hay una necesidad de otro mundo en algún lugar, un mundo donde viven Fred Astaire y Ginger Rogers. (Roger Ebert)

Uno de los musicales más populares, y también uno de los mejores, de la pareja Astaire-Rogers. Se apoya fundamentalmente en las inolvidables canciones de Irving Berlin y en una apañada coreografía de Hermes Pan, bordada por los protagonistas. Ni la historia que narra ni la realización tienen una excesiva consistencia, pero el espectáculo que depara es de primera. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 7 de abril de 1936.

Título español: Sombrero de copa.

Reparto: Fred Astaire, Ginger Rogers, Edward Everett Horton, Helen Broderick, Erik Rhodes, Eric Blore.


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