viernes, 12 de agosto de 2016

Gigi (1958). Vincente Minnelli


París 1900. Una jovencita, Gigi, aprende las cosas de la vida de su abuela, madame Álvarez y de su tía-abuela Alice que la prepara en los buenos modales que la permitan conquistar los corazones masculinos. Frecuenta la casa de las tres mujeres un apuesto, elegante y joven millonario, Gastón Lachaille, sobrino del mundano Honoré Lachaille. Lo hace cuando se aburre, ya que ni el juego ni el amor le divierten, con desesperación de su tío, que fue en sus buenos tiempos uno de los conquistadores de mayor cartel. Gastón se distrae mucho con Gigi, a quien considera una niña encantadora, que le cautiva por su gracia y franqueza. Pese a la inocencia de sus juegos, no tarda en darse cuenta de que Gigi se está convirtiendo en una seductora jovencita, de la que, pese al hastío de su vida, se siente muy atraído. La tía Alice se percata de lo que está ocurriendo y considera que Gastón es el hombre que conviene a su sobrina, ya que piensa que nunca podría encontrar un partido mejor. Así, decide transformar a toda prisa a Gigi para que Gastón vea en ella a una dama refinada.
Basada en una novela de Colette publicada en 1945. Música de Frederick Loewe y letras de Alan Jay Lerner.

Todo está perfectamente ligado, pues la historia, como las imágenes, es una celebración de esa cultura que tan alejada debía parecer a los directores americanos de los 50, sometidos al código Hays de censura. Gigi cuenta la historia de una chica educada en la frivolidad amorosa de la belle époque, que se rebela contra su destino de cocotte, pero, lejos de criticar con ello a los frívolos, Minnelli celebra su hedonismo y alegría de vivir, sin censurar tampoco a la propia Gigi, sino, con generosidad, defendiendo la libertad de cada cual para elegir lo que más se ajuste a sus deseos y sentimientos. Haciendo malabarismos en el fino alambre de la permisividad del cine americano de los 50, Minnelli consigue que el espectador avispado entienda todo el juego sexual subyacente en la historia y lo disfrute, mirando con divertida envidia esa Francia liberal y hermosa de principios de siglo XX (y todo su arte y legado cultural), y mirando a la vez con ternura a la joven Gigi y sus sentimientos más estables y profundos. Y así, consigue una obra llena de vida… y cultura. (McTeague en Film Affinity)

Leslie Caron, Maurice Chevalier y Louis Jourdan, protagonizan este espléndido musical dirigido por Vincente Minnelli (Un Americano en París) que cuenta con actuaciones verdaderamente memorables como la secuencia inicial en la que Maurice Chevalier interpreta "Thank Heaven for Little Girls". Esplendidos decorados y vestuarios envuelven a este ya clásico del séptimo arte, que recrea a la perfección un antiguo París fascinante. El film obtuvo nueve Oscar, entre ellos el de mejor película, mejor director y mejor canción. (Decine21)

Sin negarle los méritos a la película que dirige Vincente Minnelli, un film tranquilo con un score musical de la época y unos dibujos también del momento, es uno de los musicales que peor ha envejecido, huele al Hollywood más rancio en su puesta en escena, en la que el lujo se asocia a los palacios más barrocos, afectados por una especie de horror vacui, el miedo a que haya medio metro cuadrado sin un objeto decorativo. Minnelli cuida los encuadres, cuando no usa simples telones pintados, ya que en esta época se concebía el cine como teatro filmado, hasta el extremo de emular cuadros de pintores franceses como Renoir. Entre cuadro y cuadro una canción, eso sí, interpretada por Leslie Caron o Maurice Chevalier. Si las casas de los 'ricos', dicho esto sin pudor ni pedir perdón a nadie, eran ostentosas, la de los burgueses, como aquella en la que vive Gigi es absolutamente desquiciante (paredes con tapicería roja, manteles rojos, sillones realizados en este color...), en los que se suelen incrustar las mujeres con indumentarias de azul eléctrico, un sentido de la armonía cromática que no se entiende bien hoy. Los comentarios del narrador (Chevalier) son sexistas y casposos y han quedado fijados en el celuloide para la historia. La clasificación de las mujeres que realiza al comienzo del film es espantosa y la mirada de la cámara a cualquier mujer que haya superado la veintena y no sea una adorable colegiala es de juzgado de guardia. (Cinelodeon)

Memorable musical, basado en una novela de Colette, cuyo planteamiento corre el permanente riesgo de caer en la cursilería, aunque nunca lleguen a rebasarse sus límites. La clave de la operación reside en la inteligente dosificación de sus recursos dramáticos y en el evidente buen gusto de una puesta en escena que se apoya en el refinado diseño de producción de Cecil Beaton. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 20 de septiembre de 1959.

Reparto: Leslie Caron, Louis Jourdan, Maurice Chevalier, Hermione Gingold, Isabel Jeans, Edwin Jerome, Eva Gabor. 




lunes, 8 de agosto de 2016

High Sierra (1941). Raoul Walsh


Roy Earle sale de prisión antes de cumplir condena gracias a su buena conducta y a la fianza depositada por Big Mac, jefe de la banda a la que perteneció. Poco después, un miembro de la banda le comunica que Big Mac, que prepara un nuevo golpe, le espera en California. Roy, pese a su intención de cambiar de vida, decide acudir a la cita. En su viaje a través del país, entabla amistad con una humilde familia de granjeros, cuya nieta, Vilma, conquista su corazón. Guión de John Huston y W.R. Burnett.

El estilo narrativo se caracteriza por la rapidez, concisión y eficacia del cine clásico americano. A ello Walsh añade la minuciosidad y la coherencia que caracterizan su estilo personal. Hace uso frecuente de elipsis y sobreentendidos. Se sirve de imágenes para completar y dar profundidad a la descripción de las situaciones. Por ejemplo, las conversaciones entre Roy y Marie se dan en escenarios en los que hay barreras y obstáculos que los separan i aíslan. Confiere al relato un tono de tragedia que eleva el nivel del film, facilita el desarrollo del drama y potencia la capacidad de conmoción y emoción de la obra. (Miquel en Film Affinity)

La historia de Walsh no sólo brilla en las escenas de acción (es un auténtico especialista en el género), sino que se muestra sensible en el tratamiento de las secuencias de amor y especialmente en el dibujo general y desarrollo psicológico y humano de los personajes principales, a los que Ida Lupino y Bogart (sustituto de George Raft, quien rechazó el papel por el destino final del gangster) confieren con sus magníficas actuaciones una densidad emocional, hecho poco común hasta ese momento, en la descripción del mundo de los delincuentes. (AlohaCriticón)

'El último refugio' es una prueba más de la contundencia narrativa de Raoul Walsh, aquella que le ha convertido en uno de los mejores narradores que ha tenido el séptimo arte. Un film seco y directo, violento, e intenso, como lo fue la propia vida de Walsh (...). Tras el atraco frustado se sucede un mortal accidente de coche —algo que Walsh conocía muy bien pues uno que sufrió hace años hizo que una liebre atravesase el parabrisas de su automóvil y le quitase un ojo, desde lo cual llevaba un parche— que termina sin piedad con tres de los personajes, reservando para Earle un final antológico. El propio director se superaría realizando un remake en clave de western, 'Juntos hasta la muerte' ('Colorado Territory', 1949), con la que llegaría hasta sus últimas consecuencias mejorando inesperadamente la historia de esta magnífica 'El último refugio'. (Blog de cine)

La película está dirigida por Raoul Walsh, uno de los mejores directores del sistema de estudios del Hollywood clásico, un profesional algo infravalorado al no tener una marca de autor tan clara como la de otros contemporáneos suyos pero con una carrera llena de títulos esenciales y que, como de costumbre, dirige la película con pulso firme y un ritmo magnífico.
Con la muerte de Roy Earle se proclama también la muerte del gángster clásico y de un género que ya estaba prácticamente en el olvido y que se transformaría en el cine negro. (El gabinete del doctor Caligari)

"Otra memorable obra maestra de Raoul Walsh. La película, que consagró a Bogart como una estrella de primera magnitud gracias a su conmovedora y ardiente interpretación de Roy Earle, un bandido que quiere retirarse con un último golpe, desprende clase y poesía en todos sus fotogramas." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
 
Adaptación de una novela de W.R. Burnett ("La jungla de asfalto"), que supone un hito en la historia del cine negro. La mezcla de violencia y lirismo desencantado inicia la vertiente crepuscular del género, dentro de la mítica del perdedor. El talento narrativo de su director se puso de manifiesto en un relato que sabe pasar de la tensión al reposo con admirable facilidad. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 6 de junio de 1947.

Título español: El último refugio.

Reparto: Humphrey Bogart, Ida Lupino, Alan Curtis, Arthur Kennedy, Joan Leslie, Henry Hull, Henry Travers.



 

jueves, 4 de agosto de 2016

Queen Christina (1933). Rouben Mamoulian


Suecia, siglo XVII. Durante la guerra de los Treinta Años (1618-1648) muere, en la batalla de Lutzen, el rey Gustavo Adolfo de Suecia. Hereda el trono su hija Cristina, que desde la infancia se entrega en cuerpo y alma a los problemas de estado, lo que la lleva a renunciar al matrimonio con el principe Carlos Gustavo, héroe nacional y el pretendiente preferido por todos. Sin embargo, Cristina se enamora profundamente de Don Antonio, Conde de Pimentel y embajador del rey de España en Suecia.

La acción principal tiene lugar en la Corte de Suecia entre 1647 y 1654. Narra la historia de una muchacha que a los 6 años fue proclamada reina de Suecia tras la muerte de su padre, el rey Gustavo Adolfo II. La película exalta el espíritu libre, independiente y desenvuelto de la reina, condicionado por las presiones, maniobras y conveniencias de la Corte. Sus grandes aficiones son equitación, caza, lectura, cultura, artes y ciencia. Velázquez, Calderón, Molière y Descartes son maestros que ella cita. Su apuesta inquebrantable por el matrimonio por amor la enfrenta con la Corte. Rechaza la propuesta de matrimonio de Felipe IV de España y se enamora del embajador español, Antonio de Pimentel (John Gilbert). Ciego de celos, Magnus no duda en levantar al pueblo contra un posible enlace de la reina con un personaje extranjero y católico. La película trata, con elocuencia y respeto, la ambivalencia de la orientación sexual de la reina. Ocasionalmente viste de hombre por razones de comodidad o para ocultar su identidad. La atracción que siente por su ayudante de cámara, Ebba Squarre (Elizabeth Young), está tratada con naturalidad y elegancia. Apuesta por la paz, de modo inequívoco, lo que la lleva a firmar un tratado con los países vecinos y a negociar otro con la Inglaterra de Cromwell. La película contiene varias escenas antológicas: la fijación en la memoria mediante el uso de los dedos y las manos de los objetos que pueblan la alcoba de su primera experiencia amorosa, su postración en el trono una noche de soledad, angustia y oscuridad y la escena final con un magnífico movimiento de aproximación al rostro. (Miquel en Film Affinity)

El semiólogo francés Roland Barthes también se interesó por el film y por el ambiguo rostro de Greta Garbo: La Garbo mostraba una especie de idea platónica de la criatura y esto explica que su rostro sea casi asexuado, sin que por ello resulte dudoso. Es cierto que la película (...) se presta a esa indivisión, pero allí la Garbo no realiza ninguna actuación de travesti: siempre es ella misma, un fingir lleva bajo su corona o bajo sus grandes sombreros gachos el mismo rostro de nieve y soledad. (El rostro de la Garbo en Mitologías)

Y es aquí que llega nuestra escena inolvidable. Una vez tomada la decisión de abdicar, Cristina se dirige a la baranda del barco, apoya sus brazos sobre ella y mira hacia el horizonte. La cámara de William Daniels va acercándose lentamente hacia su rostro, que aparenta estar totalmente desprovisto de cualquier sentimiento. Sin embargo, la mirada de la eterna Garbo, a medida que nos acercamos a uno de los primeros planos más famosos de la historia del cine, nos transmiten la tristeza de esta mujer, mezclada con el sentimiento de libertad con el cual que mira hacia el futuro. No obstante, el director le había indicado que su rosto debía ser como una pantalla en blanco, donde cada miembro de la audiencia pudiera proyectar su propia interpretación. (Hollywood clásico)

Una de las mejores películas de Greta Garbo, que realiza aquí una interpretación inolvidable, realzada además por la dirección maestra y elegante de Mamoulian, quien rara vez volvería a alcanzar similar nivel de sublimidad. Los primeros planos de Garbo en esta película siguen siendo algunos de los primeros planos femeninos más bellos jamás filmados, gracias a la labor fotográfica de William H. Daniels, que convierte cada uno de los fotogramas de la película en una experiencia deliciosa. A la redondez y perfección final del producto también contribuyen los espléndidos decorados, el vestuario y la hermosísima partitura de Herbert Stothart. (AlohaCriticón)

La película de Mamoulian la debemos valorar como una obra artística repleta de licencias. Puro star system. Se recrea en las miradas de la actriz principal, en sus gestos, su sonrisa. Una fotografía muy bien realizada con planos que parecen pinturas. Su sensibilidad crea una obra que sí, que es bellísima formalmente. Los admiradores de Greta salieron bien satisfechos y actualmente este es uno de sus títulos más míticos al lado de su galán del cine mudo, John Gilbert, al que el sonoro llevó a la ruina por una voz inadecuada. La película tiene el envoltorio bonito pero no el contenido. Un cine hecho para exhibir al actor o actriz principal, no para contarnos una historia. Como documento histórico (cinematográfico) es relevante y Greta nos sigue fascinando pese a todo. (Salvador Sáinz en Diario de cine)

Biografía de la carismática reina del siglo XVII, en la que se falsifican los trazos fundamentales de la historia sin llegar a traicionar su espíritu. De hecho, la historia tenía un interés secundario, contando mucho más el pósito romántico del personaje y sus circunstancias. El conjunto fue servido con talento y elegancia por un director que casi siempre consiguió sublimar las tramas que narraba. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 8 de noviembre de 1934.

Título español: La reina Cristina de Suecia.

Reparto: Greta Garbo, John Gilbert, Ian Keith, Lewis Stone, Elizabeth Young.




martes, 2 de agosto de 2016

The Shanghai Gesture (1941). Josef von Sternberg


El gobernador de la decadente y cosmopolita Shanghai notifica a Madre Gin Sling, dueña de un famoso casino, que el local será derribado para remodelar el distrito. La dama averigua que detrás de ese movimiento especulativo está el acaudalado Sir Guy Charteris. Con motivo de la celebracion del Año Nuevo Chino Sir Guy y otros invitados se sientan a la mesa de Madre Gin Sling. Allí, el oscuro pasado del especulador se pondrá al descubierto.

Una extasiante y arrebatadora obra maestra, fruto del talento sin igual e intransferible de von Sternberg, una película coetánea por ejemplo al "Ciudadano Kane" wellesiano y a la que, para mí, supera en creatividad y altura artística. "El embrujo de Shanghai" parece el resultado de un estado de gracia tal es su perfección, acabado y riqueza de matices, que hacen sencilla una complejísima historia de autodestrucciones, corrupción, secretos y pasiones íntimas de gran sofisticación, dónde la mezcolanza genérica entre el cine negro más personal, el melodrama, el exotismo y el erotismo alcanza cotas sublimes de belleza y magia. Película magnética, irradiadora de un aura de cine indeleble, con mayúsculas, dónde von Sternberg demuestra un formidable dominio de los espacios interiores, con una exquisita creación de un mundo y atmósfera propias, dónde aparece una inventiva sofisticada en la plasmación de imágenes, con una portentosa capacidad penetradora de la mirada del cineasta austríaco para perforar la tortuosa alma de sus personajes, su maravilloso dibujo de los personajes femeninos, la belleza y exquisitez de los decorados, el vestuario, la gran dirección artística, la magnífica sensualidad, belleza y fatalidad que manan de todo el film. (Kafka en Film Affinity)

El mentor de la diva alemana Marlene Dietrich, Josef Von Sternberg, adaptó en esta película una obra teatral de John Colton. Destaca por su fascinante factura y su sugerente narración que consigue un sentido enfermizo de la atmósfera en el punto vinculante de la acción, un vivaz casino, presentado como un ambiente propicio a la codicia y a la perversión, con personajes medradores, especuladores, buscadores.
Gene Tierney aparece aquí abrumadoramente bella, en especial en las escenas en la barra del bar cuando conversa con el pétreo Victor Mature.
Aunque se puede tachar al film de mantener un engañoso ritmo lento, éste es utilizado por Sternberg para deleitarse en su propio universo personal con la consecución de un aura de perturbación y beldad. (AlohaCriticón)

Von Sternberg adapta una obra teatral de John Colton. El cineasta aprovecha la narrativa visual que aprendió durante la etapa del cine mudo y logra un impecable melodrama, muy bien interpretado, que se desarrolla en escenarios exóticos. El director consigue disimular que el guión es demasiado plano, con su excelente factura, y por su descripción de ambientes marginales. (Decine21)

Sternberg filma los espacios con una luz suave, sin acentuar demasiado los contrastes, haciendo resaltar especialmente los elementos del decorado. La película transcurre casi en su integridad en espacios cerrados, en los que las reuniones que se realizan constituyen todo un rito en el que se juega con las almas y se manipulan las conciencias..., hay además una marcada voluntad de mostrar Shanghai como un espacio de representación, un lugar en el que las relaciones de causa-efecto están perfectamente diseñadas.
En definitiva, una de las últimas muestras del talento que nos dejó este perfeccionista de la imagen en general y de los rostros de mujer en particular, un auténtico creador, al que le persiguió cierta aureola de maldito. Tal vez por eso, en esta película desprende esa amargura y ese desencanto hacia el mundo y que esté rodada con la pasión del que comienza a creer que está filmando sus últimos planos en el séptimo arte. (Clásicos eternos)

Director que fue cayendo en el olvido y en el ostracismo tras su separación de la diva Dietrich. Tan sólo, quizá, volvió a ser el Sternberg de siempre con la película que hoy comento El embrujo Shanghai. Como era habitual en este director sus guiones no son el punto más fuerte pero sí la recreación de ambientes, de personajes —sobre todo femeninos—, de atmósferas exóticas y extrañas y esa sensibilidad especial de presentar los ambientes más marginales, sórdidos, corruptos y de dudosa moralidad. La película logra esa atmósfera extraña de la depravación y la corrupción de los seres humanos a pesar de las dificultades que para ello supuso el Código Hays. (El blog de Hildy Johnson)

Título español: El embrujo de Shanghai.

Película estrenada en España el 13 de febrero de 1946.

Reparto: Gene Tierney, Walter Huston, Victor Mature, Ona Munson, Phyllis Brooks, Albert Basserman, Maria Ouspenskaya, Eric Blore, Clyde Fillmore, Ivan Lebedeff, Rex Evans.