jueves, 5 de mayo de 2016

The Last Hurrah (1958). John Ford


Una vez terminado su mandato, Frank Skeffington, el veterano alcalde irlandés de una ciudad de Nueva Inglaterra, se presenta a la reelección. Cuando comienza la campaña electoral, sus amigos le aconsejan que cambie sus métodos porque, aunque su rival es un joven incompetente, cuenta con el apoyo de los sectores más influyentes de la ciudad.

El maestro Ford realiza un soberbio y profundo retrato de la política americana local, salpicado de sus inmejorables y precisas pinceladas de personajes y ambientes, y donde mezcla la comedia y el drama como sólo él supo hacerlo. Pero no todo el mérito fue suyo: el inmenso Spencer Tracy está, como siempre, perfecto en su papel. (Pablo Kurt)

Ford nunca quiso entrar a valorar artísticamente su obra, limitándose a afirmar que hacía aquéllo por lo que le pagaban, o que su labor se reducía a colocar la cámara y gritar "acción". Sin embargo, este licenciado en bellas artes logró siempre una depurada estética, con bellos encuadres, una sabia continuidad de planos generosa con el ritmo narrativo, buenos movimientos de cámara, y en suma, una cuidada planificación. Todo ello da como resultado secuencias tan logradas como las del velatorio (muy divertida, además), la entrevista televisada del candidato rival, o el recuento de votos, además de algún plano verdaderamente hermoso, como el que cierra el filme, ante el que el espectador no puede evitar emocionarse. (Quatermain80 en Film Affinity)

Genial película del maestro John Ford, a partir del guión de uno de sus colaboradores habituales, Frank S. Nugent, que adapta una novela de Edwin O'Connor. El film ofrece un interesante cuadro de los intereses bastardos que surgen en la política, pero también de su significado más noble, de servicio al ciudadano. Todo ello sin acritud, recorrido por la mejor vena sentimental de Ford, donde no falta su proverbial sentido del humor. No falta el retrato de la esposa de Frank, al que éste mira con cariño siempre que sube o baja la escalera de su casa, y ante el cual hay siempre una flor fresca; algo que contrasta con la primera aparición del hijo, que asciende con ligereza la escalera sin dedicar al cuadro ni una fugaz mirada. (Decine21)

Destacados en un fuerte del Séptimo de Caballería, yendo a la busca del paraíso perdido en la vieja Irlanda, situados en una misión en China o en plena contienda electoral en Nueva Inglaterra, los personajes fordianos poseen una dimensión universal. Las historias en que intervienen afectan a los grandes temas de la humanidad: la familia y la cohesión social, el amor y la amistad, la lealtad y la traición, la vida y la muerte. Y sobre la muerte, más que sobre la política o cualquier otro asunto particular, trata El último hurra, la última campaña, la última misión, el último suspiro del hombre. (Cinema Genovés)

Y si hay una escena entre todas la escenas es la que muestra a ese hombre victorioso en la derrota volviendo a casa tras el último escrutinio. Un travelling decidido que nunca antes fue tanto una cuestión de moral (Godard dixit) como aquí. 45 segundos de un hombre que anda hacia la izquierda de la pantalla mientras la comitiva, la cabalgata victoriosa del absurdo e incapacitado adversario atraviesa la calle hacia la derecha. El silencio se contrapone al barullo. La honestidad se contrapone a la mentira. Un hombre victorioso en la derrota se contrapone a muchos derrotados en su flamante victoria. (La impostura del misionero)

Una campaña política municipal sirvió a John Ford para efectuar una aguda radiografía de la localidad, resaltando lo individual al servicio de lo colectivo, y al mismo tiempo desarrollar un inteligente y emotivo discurso sobre la grandeza de la derrota. Es uno de sus films más maduros en el que, lejos de toda tentación crepuscular, la lucidez le permite llegar hasta el más generoso vitalismo. (Fotogramas)

Película estrenada por TVE el 12 de marzo de 1974 dentro de un ciclo dedicado a John Ford.

Título español: El último hurra.

Reparto: Spencer Tracy, Jeffrey Hunter, Dianne Foster, Pat O'Brien, Basil Rathbone, Donald Crisp, James Gleason, Jane Darwell, John Carradine, Frank McHugh, Edward Brophy, Ricardo Cortez, Wallace Ford.



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