viernes, 14 de agosto de 2015

Nothing Sacred (1937). William A. Wellman


El reportero Wallace Cook propone a su periódico publicar una serie de historias sobre Hazel Flagg, una chica que asegura está mortalmente intoxicada por exposición al radio, lo cual es falso. A pesar de ello, acepta viajar con Cook a Nueva York, donde se enamoran, pero la situación se complica, pues un médico alemán descubre que ella finge su enfermedad.

La primera comedia de enredo filmada en color, Nothing Sacred también representa el primer uso en un film en color de efectos de proceso, montaje y proyecciones con luneta trasera. Los fondos para las proyecciones traseras fueron filmados en las calles de Nueva York. Paramount Pictures y otros estudios refinaron esta técnica en posteriores películas en color.
Ben Hecht figura como guionista. Se dice que escribió el guión en dos semanas adaptando el relato "Letter to the Editor" de James H. Street que habia sido publicado en Heart's International-Cosmopolitan. Hecht escribió un papel en la película para su amigo John Barrymore, pero el productor David O. Selznick rechazó contratar a Barrymore ya que se había convertido en un alcohólico incurable. Esto causó una discusión entre Hecht y Selznick y el primero abandonó la película. Budd Schulberg y Dorothy Parker fueron llamados para escribir las escenas finales y muchos otros escritores contribuyeron en el guión: el propio Selznick, William Wellman, Sidney Howard, Moss Hart, George S. Kaufman y Robert Carson.
Una de las razones por las que el film está considerado entre las más celebradas comedias de enredo de todos los tiempos es que por debajo del humor se incorporan temas ásperamente cínicos de corrupción y deshonestidad. Este film, juntamente con The Front Page (1931) también escrito por Hecht y su remake de 1940 His Girl Friday con Cary Grant, caricaturiza las triquiñuelas a las que recurrían algunos periódicos para obtener un reportaje de impacto.

La reina de Nueva York cumple con todos los requisitos de las buenas comedias de la época. Partiendo de un guión ingenioso e impecable el director William A. Wellman nos ofrece un enredo dinámico y muy entretenido. Fredric March es un periodista en horas bajas. Carole Lombard es una mujer a la que erróneamente le diagnostican una enfermedad mortal. El primero intentará impulsar su carrera con la desgracia de la segunda. Contado así podría tratarse de un dramón de primera. Pero no, ya que estamos ante una comedía de enredo con tintes ácidos que funciona muy bien desde la primera y divertida secuencia. (Ernesto en Film Affinity)
  
Lo sorprendente es observar cómo hace setenta años, el periodismo adolecía de los mismos problemas que ahora sufre en sus entrañas. Así, lo que parece tan novedoso o a lo mejor cotidiano es más bien un hábito ya sembado y enraizado en tan largo tiempo. Eso es lo que nos muestra La reina de Nueva York (Nothing Sacred, 1937), unos periodistas corrompidos por la sed de éxito periodístico a costa de explotar las historias más crueles; unos protagonistas de la noticia que buscan la fama cueste lo que cueste; y por último (y mal que nos pese), un público interesado por el lado más vomitivo de la naturaleza humana. (Las noches americanas)

Inteligente sátira de costumbres que se sustenta en un agudo guión y en una construcción tan robusta como incisiva. La campaña periodística creada en torno a una mujer que supuestamente debe morir por haber estado expuesta a unas radiaciones letales, da pie a una serie de situaciones realmente felices. En 1954, Dean Martin y Jerry Lewis tomarían los papeles de March y Lombard en una nueva versión dirigida por Norman Taurog: "Viviendo su vida". (Fotogramas)

Desde 1965 el film es de dominio público en Estados Unidos.

Película estrenada en España en noviembre de 1946.

Título español: La reina de Nueva York.

Reparto: Carole Lombard, Fredric March, Charles Winninger, Walter Connolly.


jueves, 6 de agosto de 2015

The Accidental Tourist (1988). Lawrence Kasdan


Macon Leary (William Hurt), un escritor de guías de viajes para hombres de negocios, acaba de sufrir un terrible golpe al morir su hijo en un accidente. Su abatimiento y apatía son tales que su universo personal y familiar se desmorona, y su mujer decide abandonarlo. Un día conoce por casualidad a la extravagante Muriel (Geena Davis), una joven con un carácter, una educación y unas circunstancias personales que, a primera vista, la hacen diametralmente opuesta a él; sin embargo, a su lado, Macon va recuperando poco a poco las ganas de vivir.

La historia se centra en la vida interior del protagonista, los problemas personales que le afectan, el progresivo desmoronamiento moral que padece, la apatía y la falta de capacidad de tomar decisiones que le caracterizan. Explora sus deseos de soledad, su insano aislamiento y las consecuencias de todo ello. Cuenta sólo con la compañía del perro Edward, la máquina de escribir, el trabajo y sus viajes. El drama de Macon suma a las causas externas o sobrevenidas la debilidad personal y la escasez de habilidades para afrontar el desánimo y el dolor. La irrupción en su mundo de nuevas oportunidades produce en su interior un impacto inesperado y no deseado, que da lugar a nuevos temores y mayores inseguridades. La opción que se le plantea es aceptar la desgracia, asumiendo que, pese a todo, su felicidad es todavía posible. Inseguro por naturaleza y poco dado a tomar decisiones, Macon se enfrenta a una situación que le supera y desborda. (Miquel en Film Affinity)

"Una obra modesta y sencilla (...) un personaje anticlimático al que Kasdan dignifica con la mirada de un director tan atento como arriesgado. Sin miedo a abrazar el melodrama, Kasdan sortea la sensiblería con increíble precisión. Una maravilla." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
 
El dolor expresado en la película es sordo, profundo y callado. No hay gritos ni alaridos, no hay locura más allá de aceptar la propia locura que es la vida, no hay desgarro emocional. Por eso quizás El turista accidental cala tan hondo porque consigue conectar con cómo expresamos la desolación en la vida real. (TCM)

Hay muchas secuencias especiales en “El turista accidental”, pero me quedo con ésta: Macon ha sido abandonado por su mujer y convive con el perro. El animal es cada vez más agresivo e intratable. De hecho, provoca un accidente que tiene como resultado que Macon se rompa la pierna. A Macon ni siquiera le gusta el perro. Para todos, incluidos sus hermanos, el animal es sólo un incordio. ¿Por qué no se deshace de él? le preguntan. Macon no contesta. Mira al perro, y sobre esa imagen entra un flash-back del animal unos meses antes, jugando a la pelota con su hijo. Volvemos al presente. Macon no necesita decir nada. Simplemente, niega con la cabeza. Sabes que nunca se librará de ese perro porque le recuerda a su hijo, porque tal vez es lo último que le une a él. Y la forma de contarlo ha sido limpia, emocionante y sutil. Hace falta mucho talento y un actor como William Hurt para que funcione. (Algunas cositas buenas)
 
Adaptación de una novela de Anne Tyler que, sobre el papel, no carecía de posibilidades. Kasdan se equivocó en el enfoque de la narración, convirtiendo un itinerario moral en un simple melodrama familiar y confundiendo el intimismo con la sensiblería. Estos errores limitan terriblemente los resultados, pero debe reconocerse que este equívoco material está manufacturado con pericia. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 17 de marzo de 1989.

Título español: El turista accidental.

Reparto: William Hurt, Kathleen Turner, Geena Davis, Amy Wright, Bill Pullman.