viernes, 18 de diciembre de 2015

Hannah and her Sisters (1986). Woody Allen



Tres hermanas de caracteres muy diferentes, hijas de un maduro matrimonio de actores, mantienen entre sí una estrecha relación. La mayor, Hannah, la que tiene un carácter más fuerte, está casada con un rico empresario y su vida parece equilibrada, perfecta. Actriz de éxito, esposa y madre ejemplar, se ha convertido en el centro de gravedad de toda la familia. Holly, la segunda, sensible e inestable, sueña con ser actriz. Lee, la pequeña, es una ex-alcohólica que vive en una buhardilla del Soho con un pintor minimalista mucho mayor que ella. Mucho menos afortunadas que Hannah, suelen recurrir a ella cuando necesitan consejo o tienen problemas económicos. Pero esta situación comienza a tambalearse cuando Elliot, el marido de Hannah, se enamora de una de las hermanas de su mujer.

Uno de los filmes más alabados en la extensa carrera del maestro Woody Allen. Tuvo un total de 7 nominaciones a los Oscar de la Academia de Hollywood: película, director, dirección artística, montaje, actor secundario, actriz secundaria y guión original.

La película hilvana episodios de las vidas entrecruzadas de los personajes, que bajo una apriencia de sosiego y normalidad, ocultan insatisfacciones, frustraciones, desarraigos y amarguras. Se plantean interrogantes sobre la vida, la muerte, el dolor, la enfermedad, la fidelidad, los hijos, la religión y las grandes tragedias de la Humanidad (Auschwitz, Gestapo, nazismo). Micky apoya su reflexión en las aportaciones de grandes pensadores, como Nietzsche, Sócrates (corruptor de menores); científicos (Freud y sus discípulos); creadores literarios, como Tolstoi ("La única cereteza absoluta a la que puede llegar el hombre es que la vida no tiene sentido"); y en la constatación de que la cultura dominante está basada en el autoritarismo, espectáculos vacuos (lucha libre, desfiles de belleza) y discursos destructivos (predicadores fundamentalistas). Se añaden numerosas citas cultas, de óperas ("Rigoletto", "Aida", "La Traviata"), música ligera (Cole Porter), teatro clásico ("Hamlet"), teatro moderno ("Casa de muñecas") y cine (Jerry Lewis, Hnos. Marx, Maureen O'Sullivan). Según el film, Manhattan es el mejor lugar del mundo. (Miquel en Film Affinity).

Hannah no significa tanto en la historia, pero Mía Farrow sí significa mucho para Woody Allen. Hannah es filmada con dulzura por la cámara de Allen, es la personificación de la virtud y la entrega por los demás, su belleza pura y virginal y su aparente fragilidad parecen esconder una manipuladora pose de víctima que utiliza como coraza ante lo que interpreta como ataques a su estabilidad y felicidad. Allen compone en Hannah al personaje que volverá a encarnar Mia Farrow en otras numerosas colaboraciones entre director y actriz, casi siempre amante y amada en la ficción. Personaje que será finalmente descrito con sarcasmo, propiedad y perfección en la gran Maridos y mujeres (Husbands and Wives, 1992) como una auténtica y feroz pasiva-agresiva. Dependiente-autosuficiente, frágil-manipuladora, entregada-exigente, Mia Farrow se convierte en otro personaje recurrente (el primero es el propio Allen), un personaje cuya relevancia atraviesa el plano acotado por una sola película como Hannah y sus hermanas para convertirse en un referente continuo de la obra del creador. (Miradas de cine)

Inspirándose en un universo vagamente chejoviano -la referencia a "Tres hermanas" no es nada casual-, Woody Allen construyó uno de sus films más compactos, en el que sólo alguna innecesaria salida de tono altera la consistencia general. Moviéndose entre el drama intimista y su genuina concepción de la comedia, consigue un alto grado de intensidad emotiva al mismo tiempo que propone múltiples objetos de reflexión. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 6 de enero de 1987.

Título español: Hannah y sus hermanas.

Reparto: Woody Allen, Michael Caine, Mia Farrow, Carrie Fisher, Barbara Hershey, Lloyd Nolan, Maureen O'Sullivan, Daniel Stern, Max von Sydow, Dianne Wiest.


jueves, 10 de diciembre de 2015

Thunder Bay (1953). Anthony Mann


Año 1946. Convencidos de la existencia de petróleo en el fondo de una bahía, un emprendedor ingeniero y su socio llegan al norte de Louisiana para construir una gran plataforma petrolífera. Allí, entre otros problemas, deberán enfrentarse a la oposición de los pescadores, que ven peligrar su único medio de vida.

Combina los recursos propios de "western" y del thriller para obtener un resultado singular. Los buscadores de petróleo hacen las veces de los antiguos ganaderos enfrentados a los granjeros, base argumental de muchos "westerns". Unos simbolizan el progreso y los otros la tradición, las viejas costumbres, el apego a las rutinas del pasado y a las dimensiones de un mundo organizado a escala humana, pero con problemas de competitividad. Mann imprime al relato un nivel sostenido de tensión, que cautiva la atención del espectador y le proporciona un grato entretenimiento. Se sirve de elementos naturales (tormenta), intentos de sabotaje, limitaciones de tiempo, insuficiencia de efectivo, prejuicios, oportunismos, malentendidos, celos, deseos de venganza, ambiciones, rivalidades, idealismo y otros, para dotar a la obra de una densa y variada riqueza narrativa. Los efectos especiales se presentan muy elaborados y provistos del encanto propio de su factura artesanal. El espíritu aventurero de los protagonistas, especialmente de Steve Martin, está desarrollado con convicción y habilidad. Las escenas de acción están rodadas y montadas con fervor. (Miquel en Film Affinity)

Este título no es una de las asociaciones más sobresalientes entre Mann y Stewart pero su pujante mirada a la ambición, ilusión, tesón y sueño personal, demuestra de nuevo la interconexión emocional utilizada por el director entre los personajes retratados y su entorno físico. Espléndido Gilbert Roland en su vitalista actuación, bellísima Joanne Dru como principal intérprete femenina y destacable intervención de un añoso Antonio Moreno, ex latin lover del cine mudo nacido en Madrid que se recicló en el sonoro como buen actor de reparto (visto en películas como “Encadenados”, “Capitán de Castilla” o “Centauros del desierto”). (AlohaCriticón)

Título menor de aventuras de Mann, anterior a Gigante a la hora de abordar las ambiciones que se mueven en torno al petróleo, con uno de sus protagonistas habituales, James Stewart. Hay un importante despliegue de producción para mostrar los campos de producción petrolífera, y la impactante escena de la tormenta está muy elaborada. (Decine21)

"De nuevo Mann y Stewart juntos. Es decir, calidad garantizada. Las secuencias de acción están rodadas con una pasión desbordante, y los personajes, siempre ambiguos, como es habitual en el cineasta, rebosan espíritu aventurero." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
 
Considerado por uno de sus exegetas como el "Virgilio del cine" -definición tan pintoresca como desmesurada- Anthony Mann fue un realizador capaz aunque no siempre inspirado. En este film, una de sus obras decididamente menores, abordó con convicción pero poca imaginación un relato de aventuras que enfrentaba a buscadores de petróleo con pescadores en el golfo de México. (Fotogramas)
 
Película estrenada en España el 18 de abril de 1954.
 
Título español: Bahía negra.
 
Reparto: James Stewart, Joanne Dru, Gilbert Roland, Dan Duryea, Marcia Henderson, Robert Monet, Jay C. Flippen, Fortunio Bonanova.


viernes, 4 de diciembre de 2015

A River Runs Through It (1992). Robert Redford


Aunque Norman (Craig Sheffer) y Paul McLean (Brad Pitt), hijos de un pastor protestante, recibieron una rígida educación, pero tambien disfrutaron de libertad. Norman, un joven juicioso y reservado, es profesor y está enamorado. Paul, en cambio, es extrovertido, se dedica al periodismo y lleva una vida desordenada. A pesar de todo, hay algo que siempre los mantendrá unidos: el río salvaje que atraviesa Montana, donde aprendieron a pescar.

Aclamada adaptación de una novela de Norman McLean (1902-1990) ganadora del premio Pulitzer. Consiguió varias nominaciones a los Oscar y buenas críticas en Estados Unidos, que fueron más moderadas en Europa.

Es una película admirable en el sentido de que se nota que está hecha con un gran cariño y respeto. Redford es alguien que siente un gran cariño por el cine, y eso se nota en su forma de hacer películas y de contar historias. También es una película admirable ya que se trata de cine independiente, que no sigue ninguna moda sino todo lo contrario, va contra corriente de lo que se hacía en ese momento en Hollywood. Fue ganadora de un Oscar por la excelente fotografía y nominada por la adaptación del guión. (Oscar en Film Affinity)

Estamos ante un gran espectáculo visual, y ello es debido a una excelente fotografía de Philippe Rousselot, premiada con el Oscar, que sabe resaltar la belleza de la naturaleza. En este sentido se hace preciso destacar las secuencias de pesca en el río, que son auténticamente espectaculares. El carácter en ocasiones nostálgico y bucólico del film está subrayado por la acertada banda sonora de Mark Isham. (Decine21)

El relato hace un canto a los ríos y a una afición, la pesca de la trucha con mosca, que un padre (pastor presbiteriano) inculca a sus hijos, uno de ellos Norman Maclean, desde temprana edad.
El hecho de que Norman fuese profesor de Literatura, murió en 1990, y que su máxima aficción fuese precisamente la pesca de la trucha a mosca, siempre ejerció sobre mí una gran curiosidad por leer el libro, del que supe por la película. El autor era experto en las dos cosas, escribir y pescar truchas, y efectivamente lo demuestra en este relato con creces. Un relato muy curioso, interesante y único. La historia familiar que narra es también conmovedora, el río de la vida misma. Cuando van a pescar por última vez, el padre y los hijos en el río Blackfoot en Montana, se convierte en una jornada de pesca inolvidable. (Rios galegos)

"Relato condensado en la mirada cálida de los héroes que van de paso (...) Redford construye a ritmo pausado un drama tenso, evocador y emotivo." (Luis Martínez: Diario El País)
Adaptación de una novela autobiográfica de Norman MacLean, en la que se desarrolla un proceso de aprendizaje marcado por la religión y una fuerte identificación con la naturaleza. Como de costumbre, Robert Redford demostró una notable pericia narrativa y un delicado diseño visual, pero no acabó de extraer todas las significaciones de la historia. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 19 de febrero de 1993.

Título español: El río de la vida.

Reparto: Brad Pitt, Brenda Blethyn, Craig Sheffer, Edie McClurg, Emily Lloyd y Tom Skerritt.



viernes, 27 de noviembre de 2015

The Sting (1973). George Roy Hill


Chicago, años treinta. Johnny Hooker (Redford) y Henry Gondorff (Newman) son dos timadores que deciden vengar la muerte de un viejo y querido colega, asesinado por orden de un poderoso gángster llamado Doyle Lonnegan (Shaw). Para ello urdirán un ingenioso y complicado plan con la ayuda de todos sus amigos y conocidos.

Robert Redford y Paul Newman estaban en la cima de sus carreras y sus interpretaciones -nominación para Newman- son sobresalientes. Además, la actuación como contrapeso de Robert Saw es endiabladamente buena. Pocas veces un malo te convence de serlo, y si encima consigue caerte simpático todo está dicho. Al día siguiente de haber visto El golpe, Robert Shaw te cae mejor porque piensas en cómo se la han jugado, y te crea cierta empatía, porque creo que a todos nos han timado alguna vez en la vida.
Toda la galería de personajes secundarios, unos treinta -lo cual es impresionante-, van pasando ante nuestros ojos en su momento justo y sin cansarnos, bien repartidos en el tiempo fílmico y con las frases justas y exactas. Todo el mundo tiene un papel atractivo de interpretar y cada uno es la pieza que compone el puzzle. Perfecto!!  (Txarly en Film Affinity)

El guión es de una perfección tan inusitada, que cuenta una mentira dentro de otra mentira, nos hace sentir privilegiados de conocer ambas mentiras, pero en el corazón de esa mentira reside otra (aunque no sería justo hablar de mentiras, quizá sí lo sería de falsas apariencias) que redondea de manera fabulosa la relación entre Gondorff y Hooker. En medio de todo ello, somos testigos de la fabricación de esa apariencia. Es extraordinario ver cómo se maquillan, cómo eligen la ropa, cómo construyen el decorado de la casa de apuestas. En realidad, es un falso ‘making of’ de la película. (Adrián Massanet en Blog de cine)

Su desarrollo pone de manifiesto la química que desprende en pantalla la pareja Paul Newman y Robert Redford en una cinta de excelente ambientación, con vestuario de Edith Head y un admirable guión de David S. Ward que acumula una serie de giros que no pierden su efecto sorpresa a pesar de varios visionados.(...) A destacar la excelente música ragtime de Scott Joplin, adaptada en esta ocasión por el oscarizado Marvin Hamlisch, que sirve para ahondar en el retrato de la atmósfera de la época en la que se despliega la intrincada trama. (AlohaCriticón)

Aunque la crítica norteamericana se cebó duramente con la película por sentirla muy cercana a la anterior colaboración entre Redford, Newman y Roy Hill, lo cierto es que estamos ante un film digno, que nos muestra precisamente la recreación de todo un timo como si fuera una producción interna, casi metacine. Una película de puro entretenimiento que ya se considera un clásico de los setenta. (Luis J. del Castillo)

"Muestra de la moda 'retro' que asumía el cine estadounidense en los setenta, apoyada en un relato gozoso y repleto de curvas." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
 
"Su estilo es tan seductor e ingenioso que es difícil resistirse (...) En ocasiones, casi me recordó a un Jacques Tati mezclado con Robert Altman." (Roger Ebert)
 
Uno de los grandes éxitos comerciales de los 70, realizado en plena boga del llamado cine "retro" por prácticamente el mismo equipo de "Dos hombres y un destino". Su ingenioso guión, las adecuadas interpretaciones y la hábil recuperación de la música de Scott Joplin son sus principales alicientes. Su realización resulta tan discreta como eficaz. (Fotogramas)

Película estrenada en España en 1974.

Título español: El golpe.

Reparto: Paul Newman, Robert Redford, Robert Shaw, Charles Durning, Ray Walston, Eileen Brennan.


jueves, 19 de noviembre de 2015

Man Without a Star (1955). King Vidor


Dempsey Rae (Kirk Douglas) decide marcharse de Kansas City hacia Wyoming, donde espera tener nuevos aires para su atormentada existencia. En el tren en el que viaja como polizón, se hará amigo del joven Jeff Jimson (William Campbell), a quien llamarán "Texas" cuando empiecen a trabajar en el rancho de Strap Davis. Después comenzarán los problemas cuando la nueva propietaria ya es Reed Bowman (Jeanne Crain), una bella y ambiciosa mujer que sigue pensando que el agua y el pasto son de todos y no está dispuesta a respetar las alambradas de nadie.

La película desarrolla un relato épico y de trazos clásicos. Explora la emergencia en el Medio Oeste de los grandes rancheros, dedicados a la producción masiva de carne vacuna, los problemas que crean a los pequeños granjeros y las causas de su oposición a las cercas que los pequeños levantan en terrenos de dominio público, para proteger los pastos y distribuirlos a lo largo del año. El enfrentamiento entre granjeros pequeños y grandes no se plantea como una mera cuestión de lindes y cercas. Se plantea como consecuencia de los problemas derivados de dos sistemas de producción diferentes por razones de escala. Los grandes consiguen aumentos inportantes de producción, mejoras de la productividad y reducción de los costes, lo que les da mayores beneficios unitarios y una gran capacidad de negociación en el mercado. Las cercas son sólo una manifestación de una problemática más profunda. Demsey simboliza el apego a los viejos métodos, el idealismo de una tierra para todos sin restricciones y las aspiraciones de una libertad sin reglamentaciones. El film glosa los cambios que se derivan del progreso con un ejemplo tan hilarante como real en su momento: los cuartos de baño situados en el interior de la vivienda. Se plantea, además, la tensión que se da entre las ansias de soledad y aventura y la necesidad de la vida en comunidad en lugar estable. Entre el mundo de lo viejo y lo nuevo no caben compromisos. Lo anacrónico está abocado a la desaparición o a la marginación social. Unos lo entienden así y se acomodan, otros optan por la búsqueda de espacios a los que no han llegado todavía las cercas, ni el confort de los adelantos domésticos. (Miquel en Film Affinity)

Un gran y subestimado western de King Vidor, briosamente narrado, de gran carga emocional y eficazmente interpretado por el siempre enérgico Kirk Douglas, acompañando en esta ocasión por la bella Jeanne Crain. “La pradera sin ley” diatriba sobre el sentido y necesidad de la libertad humana y las trabas puestas en el desarrollo de su existencia con espinosas delimitaciones a esa liberación, que permanecen como estigmas de oscura memoria. Vidor y los guionistas Borden Chase y Daniel D. Beauchamp, quienes adaptan el libro de Dee Linford, proponen con este título una mirada sincera a la vida de un trotamundos de doloroso pasado, que busca en el cielo una estrella guiadora que lo conduzca hacia un espacio abierto sin lindes ni alambradas, un futuro más optimista. Por desgracia, y como su título original indica, su destino está marcado, será un “Man without a star”. (AlohaCriticón)

Aunque es poco conocido, se trata de un memorable western de King Vidor. Kirk Douglas interpreta a un hombre condenado al fracaso, el hombre sin estrella al que alude al título original y una preciosa canción, "Man Without a Star", marcado por la muerte trágica de su hermano. El actor borda el papel de un perdedor que a pesar de todo encara el futuro con optimismo, y que ve en el joven inexperto Jeff un trasunto del hermano ausente. El film, rodado en espléndido technicolor, contiene secuencias espectaculares de la estampida del ganado y de peleas. Y las mujeres tienen más cancha de lo que es usual en el western, con unas estupendas Claire Trevor y Jeanne Crain. (Decine21)

Excelente western que resume con precisión las virtudes de su director. Por una parte, el clasicismo de una formulación sólida y sin el más mínimo resquicio. Por otra, una pulsión pasional que en ocasiones roza lo enfermizo y que la confiere una fuerza irresistible. El equilibrio entre ambas características es admirable. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 3 de agosto de 1959.

Título español: La pradera sin ley.

Reparto: Kirk Douglas, Jeanne Crain, Claire Trevor, William Campbell, Richard Boone, Jay C. Flippen.



jueves, 12 de noviembre de 2015

Man's Favorite Sport? (1964). Howard Hawks



Roger Willoughby, un famoso experto en pesca, acaba de escribir un libro que se ha convertido en un best seller. Sin embargo, Roger nunca ha pescado nada. Su jefe acepta la idea de Abigail, la directora publicitaria, de inscribirle en un concurso de pesca.

La música, de Mancini, aporta una canción original "Man's Favorite Sport?", cuya melodía es el tema principal de la partitura. Añade composiciones muy coloristas, preferentemente de saxo y piano. La fotografía, de Russell Harlam ("Río Bravo"), hace uso de una paleta brillante y rica de colores naturales, bien contrastados y combinados con maestría. El guión contiene unos diálogos rápidos, ágiles e ingeniosos. Construye situaciones divertidas, como la del oso motorista o la discusión/pelea entre Roger y Abby en la cama de campaña bajo la lluvia. La interpretación de Prestiss, enérgica y convencida, es una de las mejores de su carrera. Hudson está convincente y hace olvidar que su papel fue escrito para Cary Grant. Acertada Maria Perschy, sustituta de Ursula Andress, en el papel de Isolda Muller, "Easy". El vestuario femenino, de Edith Head, es atrevido y elegante. Los "shorts" causaron revuelo e impusieron moda. La dirección hace gala de su maestría para la comedia. Crea y recrea buenos gags, algunos tomados de películas anteriores propias. (Miquel en Film Affinity)

Especie de remake de “La Fiera De Mi Miña”, comedia también dirigida por Howard Hawks (contiene una escena idéntica empleada como autohomenaje), pero cambiando escenarios y profesión del personaje central. Bobamente desconsiderada por esa característica, “Su Juego Favorito” conserva una personalidad propia rotundamente divertida que maneja los distintivos persistentes de las comedias de Hawks: la lucha de sexos y la atracción por la irresponsabilidad, generalmente representada en las actitudes de un personaje femenino dotado de un fuerte carácter y narrada con su inconfundible celeridad de diálogos y tono enloquecido. (AlohaCriticón)

A pesar de tratarse de una historia muy convencional, Hawks sabe sacar un gran partido de los personajes y las absurdas situaciones a las que se enfrentan, concretamente Roger, cómo no; la torpeza de su personaje (y la de martinis que se bebe) enfrentada con la maña (y la sobriedad) de Abigail, sobre todo para meterle en un lío tras otro al pobre diablo prácticamente sin tregua, están compaginadas perfectamente. (Sergio Vargas en Miradas de cine)

Una comedia considerablemente ácida que gira en torno al matriarcado como institución genuinamente norteamericana. Su punto de partida es el de una falsa misoginia, que se irá desvelando como una absoluta lucidez ante la realidad mostrada. Desarrollada con la precisión habitual en todas las comedias de su director, quizá le falte una punta de brillantez para que sus resultados sean magistrales. (Fotogramas)

"Película feliz en todos los sentidos: divertida en todo momento." (Francisco Marinero: Diario El Mundo)
 
"Obra de marcado sentido vitalista." (Luis Martínez: Diario El País)
 
Película estrenada en España el 15 de junio de 1964.
 
Título español: Su juego favorito.
 
Reparto: Rock Hudson, Paula Prentiss, Maria Perschy, Charlene Holt, John McGiver, Norman Alden.
 
 

viernes, 6 de noviembre de 2015

Written on the Wind (1956). Douglas Sirk


Kile Hadley, un magnate del petróleo, y Mitch Wayne, su mejor amigo y empleado, se enamoran de la misma mujer: la secretaria Lucy Moore. Kile, que es un alcohólico irresponsable, se casa con ella, aunque Mitch está convencido de que con esta boda Lucy comete un gran error. Al cabo de un año, contra todo pronóstico, Kyle parece un hombre nuevo: ha dejado de beber y presta más atención a sus negocios.

“Escrito sobre el viento”, es, el MELODRAMA con mayúsculas. Sirk nos subyuga desde las impactantes imágenes de ese deportivo amarillo que circula a gran velocidad, conducido por un borracho Kyle Hadley (Stack), con las que comienza el film, y que enlazan con la elegante presentación de todos los personajes. Un largo flashback, que nos lleva de nuevo al presente, y que encuentra su dramático desenlace en el poderoso clímax final, son las líneas maestras de la atrevida estructura narrativa del film. El soberbio guión, -no exento de un cierto mensaje con moralina-, una puesta en escena abarrocada y la magistral dirección de Sirk, potenciados por la fotografía, de colores saturados, de Russell Metty y la partitura de Frank Skinner, que adapta con acierto la canción “Written on the wind”, que abre y cierra el film, compuesta por Victor Young, transforman una historia desbocadamente melodramática en fotogramas de oro puro que ya son historia viva del cine. (Harry Lime en Film Affinity)

Un fuerte crescendo dramático va marcando el film en el que los hallazgos visuales de Sirk no tienen parangón. Por citar dos ejemplos, la visita de Hudson y Bacall buscando a Stack en un bar, la planificación y uso del color van mostrando lo inestable del momento en cuando a dramatismo. El rojo que va combinándose en el encuadre muestra la tormenta psicológica que está a punto de estallar. O ese montaje paralelo entre el enfrentamiento entre Mitch y Kyle, mientras Marylee (Malone) baila desenfrenadamente en su habitación. No hay diálogos alargados ni discursos que subrayen innecesariamente, sólo imagen y sonido mezclados con inteligencia, el motor narrativo por excelencia de los dramas de Sirk. (Blog de cine)

Y una vez más, la mansión donde ocurre todo esto. Regida, por decirlo de alguna manera, por una inmensa escalera. Y los espejos. Y las flores imperecederas. Y el oro. Y el frío. La casa que uno se construiría si tuviese mucho dinero. Una casa con todos los accesorios que implica la auténtica riqueza y donde uno no puede sentirse a gusto. Como el Oktoberfest donde todo es color y movimiento y donde uno siente la misma soledad que los demás. Las emociones humanas se consideran la flor más extraña en la casa que Douglas Sirk construyó para los Hadley. La iluminación de Sirk siempre es lo menos natural posible. La presencia de sombras donde no deben hace plausibles ciertos sentimientos que se hubiese tendido a no encontrar verosímiles. También los encuadres de Escrito sobre el viento casi siempre son inclinados, generalmente tomados desde abajo, de modo que lo raro queda plasmado en la pantalla y no sólo en la mente del espectador. El cine de Douglas Sirk libera la mente. (Claqueta)

Uno de los films más exuberantes de su director, en el que los elementos formales, y muy especialmente el color, sirven como fascinante contrapunto visual de la más o menos tremebunda trama. Al margen de toda otra consideración, es un film con una estructura narrativa articulada en círculos concéntricos, cuya precisión y rigor están lejos de toda duda y siguen manteniendo su vigencia. (Fotogramas)

"Una obra maestra absoluta. (...) Un melodrama desatado que Douglas Sirk doma con mano férrea (...) con una puesta en escena tan barroca como sólida, compone un abrumador retrato de la institución familiar." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
 
"La decadencia de la sociedad norteamericana y de sus principales valores conforman el argumento de esta exquisita cinta. Imprescindible" (Fernando Morales: Diario El País)
 
"En innumerables formas visibles e invisibles, la subversión escondida de Sirk sesgó la cultura popular estadounidense, y ayudó a lanzar una nueva era de la ironía." (Roger Ebert)

"El uso inteligente del flashback (...) construye un interés inmediato y expectativas sin reducir las sorpresas de la trama. El fantástico guión (...) la hábil dirección dramática de Douglas Sirk y las intensas interpretaciones del elenco ayudan al desarrollo de la historia." (Variety)

Película estrenada en España el 22 de enero de 1960.

Título español: Escrito sobre el viento.

Reparto: Rock Hudson, Lauren Bacall, Robert Stack, Dorothy Malone, Robert Keith, Grant Williams.


viernes, 30 de octubre de 2015

The Godfather: Part II (1974). Francis Ford Coppola


Continuación de la historia de los Corleone por medio de dos historias paralelas: la elección de Michael como jefe de los negocios familiares y los orígenes del patriarca, Don Vito Corleone, primero en su Sicilia natal y posteriormente en Estados Unidos, donde, empezando desde abajo, llegó a ser un poderosísimo jefe de la mafia de Nueva York.

El padrino II presenta dos historias paralelas. Una de ellas involucra al jefe de la mafia Michael Corleone desde 1958 hasta 1959. La otra es una serie de analepsis siguiendo a su padre, Vito Corleone, desde su infancia en Sicilia (1901) hasta la fundación de la familia Corleone en Nueva York.

Es considerada como la mejor secuela de todos los tiempos y una de las pocas segundas partes que rivalizan con su antecesora. El escritor Mario Puzo repite como guionista al lado del director y esta vez adapta el tema de la infancia y madurez de Vito Corleone, mientras profundiza en los deberes de Michael como el nuevo patriarca de la familia.

La película recibió aclamación universal de la crítica y algunos consideran que su calidad es aún mayor que la de la primera parte y ha sido calificada múltiples veces como una verdadera obra maestra.

Parecía "El Padrino" un film insuperable, pero el maestro Francis, consciente de su estado de forma, vuelve a deslumbrarnos entregando esta secuela-precuela al mismo nivel, para muchos incluso mejor. La primera tenía a Marlon Brando, pero ésta es más compleja en estructura y, sobre todo, moralmente más interesante (más "shakespeareana"), pues narra cómo Pacino comienza un proceso autodestructivo de su familia intentando, precisamente, la salvación de la misma. Al igual que en la primera parte, podríamos hablar de su mítico reparto, de la música de Rota, de la maravillosa fotografía de Gordon Willis... pero la arriesgadísima jugada de Coppola fue alternar, magistralmente, la historia presente y pasada de la familia Corleone. Ya no estaba Brando, pero de Niro realizó una interpretación perfecta. Pacino siguió, por su parte, agrandando su mito como actor y su imperio como Padrino... con un alto precio: atención al beso fraternal más escalofriante del séptimo arte. (Pablo Kurt en Film Affinity)

El intrincado entramado mafioso visto de la perspectiva de Michael Corleone está captado de manera espléndida en un guión sin taras redactado al alimón entre Coppola y Mario Puzo, con un
conseguido retrato emocional de las diversas interacciones familiares y sentimentales establecidas entre sus miembros, complementadas en paralelo con una extraordinaria descripción en tonos sepia de la génesis de la saga y el ascenso a la cúpula criminal a comienzos del siglo XX del patriarca de la familia Corleone, recogiendo en su progreso problemáticos aspectos sociales de la comunidad estadounidense, como la corrupción, la inmigración o la consecución del “american dream”, todo ello establecido desde un admirable manejo del tempo y espacio narrativo, con una profundidad temática y psicológica admirable. (AlohaCriticón)

Una lectura superficial de El padrino llevaría a definir la trilogía como un cuadro violento y detallista de la mafia. Pero hay algo más, que eleva la historia que se narra a alturas insospechadas. Vemos el modo particular en que se cumple el sueño americano en la familia Corleone: desde una posición modesta, se encumbran hasta la cima del poder. Contemplamos el lado sucio de los negociso, los efectos más perversos del sistema capitalista imperante en el mundo. Por ejemplo, en el negocio de casinos y prostitución en la Cuba de Batista, con el simbólico reparto de una tarta en el cumpleaños de uno de los capos. (Decine21)

"Coppola se arroja a un inaudito entramado narrativo. (...) un festín cinematográfico en forma de oscuro y desesperanzado descenso a los infiernos." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
 
"Se trata de una obra de arte hermosa, violenta, pero sobre todo imperdible por todos aquellos que se consideren amantes del cine." (Luis Miguel Cruz)
 
Esplendorosa secuela, en la que Coppola se superó a si mismo, confiriendo una grandeza trágica a la sórdida historia de intrigas mafiosas. Articulada en dos segmentos temporales -a finales de los 50 y a principios de siglo- ilustra los destinos paralelos de Vito Corleone y su hijo Michael, el fundador y el heredero afianzador de un imperio del crimen. Su exquisita composición formal y su extraordinario aliento narrativo lo convierten en una obra maestra. (Fotogramas)

Película estrenada en España en octubre de 1975.

Título español: El padrino: parte II.
 
Reparto: Al Pacino, Robert De Niro, Diane Keaton, Robert Duvall, John Cazale, Lee Strasberg, Talia Shire, James Caan.


viernes, 23 de octubre de 2015

The far country (1954). Anthony Mann


En el año 1896, el vaquero Jeff Webster (James Stewart), llega a la ciudad de Seattle justo a tiempo de coger el barco hacia Dawson, Alaska. Webster viene de conducir su rebaño a través del país y es perseguido por la justicia; se le acusa de matar a otros dos vaqueros que quisieron darse a la fuga con parte del rebaño con que viajaban. En compañía de su lugarteniente Tatum (Walter Brennan), consigue subir a bordo del barco con su rebaño antes de ser atrapado.
Una vez en Alaska, Webster y Tatum se verán persuadidos por el panorama de la fiebre del oro, por las mujeres del lugar (Ronda Castle y Renée Vallon, interpretadas por Ruth Roman y Corinne Calvet, respectivamente), al mismo tiempo que se verán obligados a esconderse del shérif Gannon (John McIntire), que no descansará hasta llevar a Webster ante la justicia.

La película, cuya historia trata acerca de la fiebre del oro, es de los pocos western de la época, junto con The spoilers y Alaska, tierra de oro, que desarrollan su acción en Alaska (si bien The far country está rodada en Canadá).

Como western finisecular incorpora cambios de escenario: buques a vapor, puertos de mar, aguas del Pacífico, tierras frías de Alaska, territorios de Canadá, etc. Como western fronterizo focaliza la atención en espacios donde todavía no se ha producido el desarrollo institucional necesario para garantizar el orden social y el imperio de la ley. El paisaje deviene un personaje con vida propia, que se integra en la narración, aportando elementos expresivos propios (aspereza, peligrosidad, rudeza, inaccesibilidad...). Hacia el final, en un ambiente oscuro, inhóspito y sucio (húmero, enfangado y frío), el realizador construye un climax de gran tensión dramática, no exento de apuntes trágicos. (Miquel en Film Affinity)

Tierras lejanas, al igual que Horizontes lejanos, deslumbra por su fluidez narrativa, por el tránsito de escenarios, por la espléndida galería de personajes secundarios, por la importancia para la atmósfera del cambio de estaciones. (...) Ambas, en el fondo, comparten el mismo planteamiento: la tensión entre el individualismo y el comunitarismo, el contraste entre los clásicos westerners que marcan su propia senda al margen de todos y la atracción de las pequeñas comunidades de pioneros que van haciendo que el mundo de la frontera cada vez sea más pequeño y, por tanto, más civilizado. (La mano del extranjero)

"Cine con mayúscula. (...) Mann aporta su inmensa capacidad para sublimar la épica del género y para hacer del paisaje un personaje más de la función. Un clásico." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)

Otro de los excelentes westerns que dirigió Anthony Mann durante los 50, casi todos realizados con el mismo equipo. La espectacularidad del ganado atravesando interminables espacios abiertos sirve de fondo y contrapunto a una historia convencional pero narrada con un poder de convicción poco común. Demuestra como la simplicidad deviene pura creatividad. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 22 de enero de 1955.

Título español: Tierras lejanas.

Reparto: James Stewart, Ruth Roman, Corinne Calvet, Walter Brennan, John McIntire, Jay C. Flippen.

jueves, 15 de octubre de 2015

Penny Serenade (1941). George Stevens


La película cuenta la historia de una pareja, Roger (Cary Grant) y Julie Adams (Irene Dunne) en su intento de formar una familia. Tras casarse pierden al hijo que esperaban en el terremoto de Japón de 1923 durante su luna de miel, lo que provoca además que Julie no pueda tener hijos. A su vuelta a Estados Unidos, y a pesar de los problemas económicos que tienen, deciden adoptar una niña.
Toda la historia se cuenta desde la perspectiva de Julie que recuerda su vida mientras escucha su colección de discos.

La música, muy abundante en la película (como sugiere el título español), ofrece una selección excelente de los mejores melodías del momento. En una escena evocadora, Julie recuerda su relación con Roger, con la ayuda de los discos que han jalonado su vida en común. La fotografía presenta encuadres singulares que refuerazan el clima trágico de algunas secuencias. La cámara se mueve con diligencia, acierto y precisión narrativa. El guión construye una historia intensamente sobrecogedora. La interpretación de los dos protagonistas es excelente y en ellos recae la mayor parte del peso del éxito de la narración dramática. La dirección se apoya en unos actores de primer nivel, en una banda sonora rica y variada y en un guión bien trabajado. A estos elementos el director añade su potencia de buen narrador. (Miquel en Film Affinity)

Contiene algunas escenas sentimentales que podrían haber caído en el ridículo, pues se prestan a ello, pero Stevens, hombre siempre inteligente aunque a veces demasiado académico, logra emocionar gracias a un cuidado guión. Además, las interpretaciones son sensacionales, con un Cary Grant, estupendo en sus registros melodramáticos, una exquisita Irene Dunne y dos soberbios intérpretes de los antes mal llamados "secundarios": Edgar Buchanan y Beulah Bondi. Ambos componen unos personajes tiernos y entrañables, llenos de amor y cariño. Algunas escenas, como el baño real a un bebé, son antológicas y mantienen los ojos sin pestañear. (Iñaki Bilbao en Muchocine)

Película clásica con el tema de la adopción bien tratado. Desde el problema de la esterilidad a la decisión de adoptar, en que en la época predominaba el deseo de la mujer y el hombre se adhería a él para agradarla y darle también una ocupación además de la de ama de casa. En este caso él se implica al ver a su niña (cuando al principio era o niño o nada). Se ve el proceso de la época en los EEUU, y como pueden perder el niño a causa del cambio en su situación económica antes del juicio de adopción. Las angustias de padres novatos se retratan de forma muy simpática. (Películas y adopción)

Un film realmente curioso, por cuanto arranca desde una estructura de comedia ligera para desembocar en el más sombrío de los melodramas. Este proceso tiene una notable coherencia interna, produciéndose a través de una progresiva transformación de su tono. La evidente habilidad de su construcción no impide que el conjunto acabe resultando excesivamente superficial. (Fotogramas)

Película de dominio público.

Película estrenada en España el 24 de abril de 1943.

Título español: Serenata nostálgica.

Reparto: Irene Dunne, Cary Grant, Beulah Bondi, Edgar Buchanan, Eva Lee Kuney, Wallis Clark.


lunes, 12 de octubre de 2015

California (1946). John Farrow


Trumbo (Ray Milland), un desertor del ejército, es el guía de un grupo de colonos, entre los que están Lily (Barbara Stanwyck) y Michael Fabian (Barry Fitzgerald), que se dirigen a California, empujados por el afán de aventuras y por la fiebre del oro. Cuando llegan, se encuentran con una ciudad dominada por la anarquía, donde el malvado capitán Coffin (George Couloris) impone su ley despóticamente. Trumbo se encargará de desbaratar los intentos de Coffin de provocar una sublevación en California.

Western argumentalmente muy convencional, de sesgo melodramático y con la utilización de canciones como elemento narrativo. Se centra en la época en la que se forjó el estado de California. Sin nada especialmente destacable salvo un eficaz plantel de secundarios (Anthony Quinn, Georges Colouris...), ni Barbara Stamwyck brilla ni Milland llega a ser algo más que una discreta prolongación de un James Stewart en miniatura. Un film nada memorable. (Kafka en Film Affinity)

En esta película John Farrow demuestra ser el gran director que era. El trabajo de cámara es excepcional, con escenas que duran más de 4 minutos filmadas en una sola toma. Aunque hay varias de estas escenas en el film, se pueden comentar otros aspectos. La dirección de actores es soberbia, obteniendo lo mejor de todos ellos, en particular la interpretación de George Colouris (el villano) es sobresaliente. Además no es el típico western; el argumento cambia inesperadamente de la línea que uno piensa que va a seguir a otra muy diferente y la película mantiene su coherencia perfectamente. (Luis Carvacho)

Situada en la filmografía western de John Farrow ligeramente por encima de El desfiladero de cobre (Copper Canyon, 1950), que tiene como protagonista a Ray Milland también, y muy por debajo de Hondo (1953), no hay mucho que decir ni bueno ni malo acerca de este western relativamente poco ambicioso. Mientras que se sitúa a sí misma como una película seria en cuanto al tema, se ajusta de todas las maneras a las fórmulas estándar del melodrama y fracasa en presentarnos un villano memorable o un conflicto fundamental. Ni la bonita fotografía en technicolor ni las florituras de estilo de su director ni incluso la gran Barbara Stanwyck pueden salvar a este film de ser sólo ligeramente más que mediocre.

Película estrenada en España el 9 de abril de 1951.

Reparto: Ray Milland, Barbara Stanwyck, Barry Fitzgerald, George Coulouris, Anthony Quinn, Albert Dekker.


viernes, 2 de octubre de 2015

Ladri di biciclette (1948). Vittorio De Sica


En la Roma de la posguerra, Antonio, un obrero en paro, consigue un sencillo trabajo pegando carteles a condición de que posea una bicicleta. De ese modo, a duras penas consigue comprarse una, pero en su primer día de trabajo se la roban. Es así como comienza toda la aventura de Antonio junto con su hijo Bruno por recuperar su bicicleta mientras su esposa María espera en casa junto con su otro hijo.

El filme está basado en la novela homónima de 1945, escrita por Luigi Bartolini, adaptada a la gran pantalla por Cesare Zavattini. Un rasgo característico de este filme, y del neorrealismo, es la desaparición de la noción de actor y de la puesta en escena. Los actores que intervienen no son profesionales. Aunque la búsqueda de las personas que interpretarían los personajes fue dura. Un detalle gracioso de la búsqueda del niño, fue que De Sica, tras haber visto cantidad de niños, se decantó por éste debido a su forma de andar. Es más, la prueba de selección de los niños se reducía a verlos caminar.
Otro rasgo significativo es que todas las angulaciones de cámara están en función de lo que se quiere transmitir. Como por ejemplo, la secuencia en la que con un picado se ve toda la calle mostrándonos la muchedumbre entre la que se pierde el ladrón y la impotencia del trabajador.

Sobrecogedora obra maestra del neorrealismo italiano que forma, junto con "Umberto D." y "Miracolo a Milano", la famosa trilogía de De Sica. La posguerra, la pobreza, la dignidad, la familia... Pocas veces con tan pocos recursos se contó tanto. Una de las grandes películas de la historia del cine. (Film Affinity)

La dirección de Vittorio de Sica y el guión de Cesare Zavattini, pareja que anteriormente ya había realizado otra obra maestra del género, “El Limpiabotas” de 1946, y que realizarán posteriormente otras películas magníficas, entre las que se encuentran “Milagro En Milán” (1951) o “Umberto D” (1952) , introducen al espectador en la desesperada búsqueda de una bicicleta, medio fundamental de trabajo y en consecuencia de vida de un hombre y su familia, interpretado magistralmente por Lamberto Maggiorani, actor no profesional como es característico en este tipo de proyectos, con la lastimera compañía de su pequeño hijo. (...) Maravillosamente fotografiada en un crudo blanco y negro, casi en tono documental, “Ladrón de Bicicletas” crea un acerado fresco de la posguerra italiana lleno de personajes que, perdidos en su anonimato, impregnan sus carencias por las pobladas y vívidas calles romanas. (AlohaCriticón)

La historia es sencilla, simple, casi minimalista, pero directa, conmovedora e intensa. Los intérpretes son actores no profesionales, que aportan verismo y naturalidad. Los personajes son seres corrientes, normales, del montón. No se emplean decorados artificiales: se rueda lo que hay según se ve, sin artificios, ni adornos. El guión elabora unos diálogos que reflejan el modo de hablar de las personas sencillas. Desarrolla una progresión dramática creíble y convincente, que se focaliza en la desesperación individual. La autenticidad y realismo que animan al film son posiblemente las causas por las que éste conserva su frescura y su fuerza. (Miquel en Film Affinity)


Una de las más conspicuas lecciones de Ladrón de bicicletas radica en la actitud del director, en su manera de conducir un hilo argumental tan quebradizo y tan propenso a deslizarse hacia lo excesivamente didáctico o hacia cierto oportunismo populista. No ocurre así, por supuesto. Vittorio de Sica ejerce de crítico de la sociedad -de la vida- sin recurrir a ningún artificio expresivo, sólo mostrando la impecable desnudez de unos hechos vividos o que han podido simbólicamente vivirse en un tiempo y unas circunstancias muy precisas. En aquella Italia de finales de los 40, todavía recientes los desastres de la guerra, el obrero que protagoniza Ladrón de bicicletas no es sino un arquetipo sugerido por otros muchos posibles. La intensidad emocionante de la acción, su estricta significación social, la escueta y limpia estructura narrativa, constituyen a todas luces un ejemplo de eficacia y veracidad. En este sentido, Ladrón de bicicletas trasciende de todo manifiesto realismo y va más allá de su propia pretensión crítica. Por ahí habría que buscar uno de los más incuestionables aciertos ideológicos de la película: el de plantear el diagnóstico de un ejemplo humano sin dejar de ser un paradigma artístico. (José Manuel Caballero Bonald en El Cultural)

Un título clave en la historia del cine italiano, con el que los presupuestos del neorrealismo tuvieron definitiva carta de naturaleza. Basada libremente en una novela de Elio Bartolini, ilustra convincentemente no sólo la miseria de la postguerra sino también un conflicto moral en un marco poco solidario. En su momento sufrió una excesiva mitificación, pero ello no invalida sus méritos. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 5 de junio de 1950.

Título español: Ladrón de bicicletas.

Reparto: Lamberto Maggiorani, Enzo Staiola, Lianella Carell, Gino Saltamerenda, Vittorio Antonucci, Giulio Chiari, Elena Altieri.

viernes, 25 de septiembre de 2015

Strangers When We Meet (1960). Richard Quine


Drama de infidelidad entre dos adultos cuyas respectivas parejas no les prestan mucha atención. El arquitecto Larry Coe, casado y con dos hijos, se siente atraído por Margaret Gault desde el momento en que la ve en la parada del autobús escolar. El hijo de Margaret es compañero del hijo menor de Larry. Margaret admira a Larry desde que vio en una revista la casa por la que le dieron un premio. Y también se siente atraída por él. La primera cita es un paseo hasta el terreno en que se levantará la casa que Larry está proyectando.

Un extraño en mi vida está considerada por algunos como la gran obra maestra de Quine, aunque rara vez aparezca en las listas de mejores películas americanas. Y es una pena que sea tan poco conocido/apreciado, pues se trata de un excepcional largometraje, rodado con amor, precisión y bueno ojo para aprovechar las posibilidades del color (excelente foto de Charles Lang) y del scope, que teje una compleja red de (nada ingenuas) relaciones entre personajes de modo reposado y maduro (un poco escéptico, por tanto), aunque no exento de apasionamiento, gracias asimismo a las brillantes situaciones y pulidos diálogos (naturalistas, muy poco retóricos) obra del novelista Evan Hunter (que trabajaría con Hitchcock unos años después en Los pájaros/The Birds, 1963). Un texto que Quine combina sabiamente con potentes imágenes en las que los interiores y el vestuario, las superficies y los aromas, lo complementan a la perfección mediante el trabajo eminentemente visual desarrollado a través de la puesta en escena. (Alejandro Díaz en Miradas de cine)

Todo está salpicado de pequeños detalles y símbolos, el más evidente es el paralelismo entre la construcción de la casa y el alumbramiento de la llama de la pasión, creciendo ambos al mismo ritmo.
Se mantiene siempre el pulso narrativo, rodeado de una atmósfera elegante. Está rodada con gran precisión, con unos medidos encuadres y una portentosa utilización del scope, aprovechando un estilizado uso de una variada paleta de colores.(Gabriel en Film Affinity)

Así Richard Quine emplea una puesta en escena elegante desde que empieza la película y enfoca por primera vez a Kim Novak como la nueva y bella vecina. Emplea perfectamente el lenguaje del melodrama. Así como los sucesivos encuentros entre los amantes. O cómo los personajes se mueven y ‘disponen’ por las habitaciones de las casas. Cómo enfoca la espalda y la nuca de ella. O cómo va mostrando la construcción de la casa y de la relación. Hay un cuidado tratamiento del color. Unos diálogos certeros por un buen trabajo de guión del propio novelista (que se adapta al lenguaje cinematográfico) Evan Hunter y una hermosa banda sonora de George Duning. Pero si hay algo que también llama la atención durante todo el metraje es la continua pasión y sensualidad contenida. En cada uno de los encuentros de los dos amantes. O en esa fiesta donde los amantes no pueden mostrar que se conocen y no pueden estar juntos. (El blog de Hildy Johnson)

Basado en una discreta novela de Evan Hunter (también conocido como Ed McBain), éste es uno de los films más notables de su director, en el que se apartó un tanto de su registro habitual. Propone un consistente melodrama sentimental, en el que se evidencia una sensibilidad poco usual y un considerable rigor en la construcción. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 2 de noviembre de 1964.

Título español: Un extraño en mi vida.

Reparto: Kirk Douglas, Kim Novak, Ernie Kovacs, Barbara Rush, Virginia Bruce, Walter Matthau.


viernes, 18 de septiembre de 2015

The Great Flamarion (1945). Anthony Mann


Flamarion es la gran atracción de un espectáculo de Music Hall. Su bella ayudante es una mujer casada, que se enamora de un acróbata, pero intenta seducir a El Gran Flamarion para que mate a su marido y poder huir con el acróbata. Cuando El Gran Flamarion descubre el engaño, la busca para acabar con ella.

Los personajes del film son seres atormentados, que se mueven por celos, engaño, fraude, manipulación, deslealtad y traición. De modo sutil, pero intenso, el ambiente de la obra está saturado de sensualidad, erotismo, adulterios, deseos reprimidos, amores despechados, sexo en solitario y sexo con animales (Cleo). La protagonista, Connie, mantiene relaciones amorosas con el marido, Flamarion y Eddie, en una versión de ninfa maligna, que desea la eliminación de uno y la desparición de otro. No sólo la pasión y los instintos impulsan el comportamiento de Connie, también la mala fe, la maldad, el chantaje, la extorsión y la inducción al asesinato. Flamarion hace las veces de narrador en flashback, que con un flash sobre el final, hecho de dos disparos y un grito de mujer fuera de plano, suscita el interés del público desde el primer momento. (Miquel en Film Affinity)

Sin ser el film más memorable de Anthony Mann, el cineasta entrega algunos pasajes memorables, exprimiendo el talento de Erich von Stroheim como intérprete de personajes decadentes, en la escena de la espera interminable de su amada. (Decine21)

Esta pequeña gran película está muy subestimada dentro de la filmografía de Anthony Mann, como casi toda su etapa negra, minorada al lado de sus monumentales obras en Cinemascope o de su serie de westerns con James Stewart como protagonista. Sin embargo, en esta cinta explora ya la naturaleza obsesiva y traumatizada de los antihéroes de su cine, esos hombres que encuentran en la violencia y en la venganza el objetivo, la finalidad que da sentido a sus vidas, y cuyo cumplimiento hace que ya no importe ni el cuándo ni el dónde de su final. (39 escalones)

Lejos de su espectacular forma de rodar, por la que se haría famoso, Mann se encierra en decorados claustrofóbicos y utiliza las luces y las sombras de forma sorprendente. Algunos ejemplos: cuando nos presenta a los personajes del drama, el número de tiro resulta ser un mal presagio de lo que iba a suceder en realidad; o mientras Connie habla con Flamarion –al que engaña-, podemos ver, detrás de ellos, las sombras de la actuación de un equilibrista encima de su monociclo, un equilibrista que acaba de formar parte de la colección de Connie. (Ethan en Muchocine)

Adaptación de una novela de Vicki Baum, en la que se plantea un melodrama pasional ambientado en el mundo del espectáculo. Toda su acción se centra en torno al torvo personaje que encarna Erich von Stroheim, cuya esforzada interpretación cae ocasionalmente en el exceso. Pese a sus influencias germánicas, la realización es esencialmente funcional. Film inédito en España. (Fotogramas)

La película es de dominio público.

Película estrenada en España por TVE el 18 de septiembre de 1990.

Título español: El gran Flamarion.

Reparto: Erich von Stroheim, Mary Beth Hughes, Dan Duryea, Steve Barclay, Lester Allen.



viernes, 11 de septiembre de 2015

The Stranger (1946). Orson Welles


Wilson, un agente de la comisión de crímenes de guerra, está buscando a Franz Kindler, uno de los cerebros de los campos de exterminio nazis, que ha conseguido huir sin dejar huellas. Siguiendo la pista de Meinike, un antiguo camarada de Kindler, llega hasta Harper (Connecticut), donde Meinike es asesinado antes de poder identificar al fugitivo. La única pista que le queda a Wilson es la fascinación del criminal nazi por los relojes antiguos.

Apoyado principalmente en un imponente reparto y en las espléndidas cualidades del director, el film se desarrolla de una manera vertiginosa y sin descanso. Todo funciona a la perfección: el carisma de Robinson, el simbolismo y la fuerza visual de Welles y sus planos “imposibles”, la convicción de su discurso moral, los personajes que completan el cuadro artístico…todo se ensambla perfectamente para conseguir no la película perfecta, pero sí un ejemplo de pasión y de convencimiento personal haciendo cine. Y esto es lo más importante de “El Extranjero”. La seguridad de Welles en su trabajo se hace patente plano a plano, en la tremenda puesta en escena y en el excepcional montaje que salva sin ninguna dificultad cualquier atisbo de problema proveniente principalmente del guión.(El caballero Teutón en Film Affinity)

Según el propio Welles no había nada suyo en esa mala película, y sin lugar a dudas la consideraba su peor film. Incluso se desentendió del guión, que aunque en los créditos aparece a cargo de Victor Trivas, finalmente se encargó de él John Houston, por lo menos según Welles. Por esta misma razón, toda la película está rodada con una sobriedad completamente inusual en el director, nada de planos oblicuos ni extraños ángulos de cámara, lo más discreto posible, y ni siquiera se encargó del montaje. En definitiva, nada que denotase un estilo. (Miradas de cine)

Orson Welles nos vuelve a impresio-nar con un uso tremendamente imaginativo de los posicionamientos de cámara, con picados, contrapicados y tomas oblicuas que nunca son gratuitos –siempre al servicio de la intencionalidad narrativa–. Si a eso se une un trabajo de iluminación y fotografía excepcionales, con claroscuros tenebristas que crean esa atmósfera inquietante en la que se desenvuelve toda la historia, y una generación de sombras que consigue que éstas se conviertan en un personaje más, no cabe más que extasiarse ante tamaña exhibición de alardes técnicos, corroborados y rubricados con un montaje final soberbio.
Y eso no es todo; quizá, con ser tan brillante, ni siquiera es lo más destacable. Aún deslumbra más el manejo de los recursos más estrictamente narrativos, reflejado en multitud de pequeños detalles que terminan conformando, por mera acumulación, una exhibición majestuosa. (Manuel Márquez en La butaca)

"Amores en pleno corazón del nazismo para una historia perfectamente narrada, muy bien interpretada por su atractivo reparto y con un final de los que causan admiración". (Fernando Morales: Diario El País)
Habitualmente reputado como un film menor, por el hecho de ser un encargo algo impersonal, no es en absoluto una obra despreciable. Aunque Welles no participó en la elaboración de la historia, puso su particular mirada en la misma al ponerla en imágenes. Aparentemente, es una intriga más o menos convencional, pero el barroquismo de su construcción llega a extremos de gran riqueza visual. (Fotogramas)

Actualmente la película es de dominio público. Posiblemente fue estrenada en España por TVE el 30 de noviembre de 1983 dentro de un ciclo dedicado al cine negro.

Título español: El extraño.

Reparto: Edward G. Robinson, Loretta Young, Orson Welles, Philip Merivale, Richard Long, Billy House.


domingo, 6 de septiembre de 2015

Le amiche (1955). Michelangelo Antonioni


Rosetta, una joven adinerada, después de intentar suicidarse en un hotel de Turín, conoce a Clelia, una vecina de habitación a la que confía todos sus problemas. Clelia es una joven de origen humilde que pretende abrir en la ciudad un negocio de moda. Adaptación libre de la novela Tra donne sole de Cesare Pavese (1908-1950).

La película se desarrolla como un drama de referencias psicológicas, centrado en el mundo de 5 mujeres. Explora sus centros de interés: moda, fiestas, salidas, cremas. Los efectos de su interacción: amistad, rivalidades, deslealtades, celos. Su visión de la sexualidad, el matrimonio, las separaciones, la fidelidad. Analiza la indiferencia de los hombres ante las angustias de las mujeres y la incapacidad de éstas para entenderse y comunicarse entre ellas. Investiga las difíciles relaciones hombre/mujer y sus diferentes modos de entender el sexo y el amor, personificados en Rosetta y Lorenzo. Hace uso de símbolos, de creación propia, para subrayar temas tan importantes para el autor como el olvido (Nené), la vacuidad (Marielle) y la desaparición (Rosetta). La obra contiene elementos de valor documental (etnológico), como el bar con radio elevada (sin TV) para seguir en directo los partidos de fútbol, el puesto callejero de golosinas, la moda femenina de los primeros 50 (tocados, abrigos de piel, tacones medios), la prestación por Cruz Roja del entonces deficitario servicio de ambulancias, la desaparición del sombrero masculino y otros. (Miquel en Film Affinity)

Las amigas, en la que, como apuntó bien Fabio Carpi, Antonioni antepuso la verticalidad de la historia —los personajes— a la horizontalidad narrativa —la realidad— es una obra pavesiana a la inversa: en Pavese, el espacio físico (Turín) incide sobre las personas en un movimiento que va del exterior al interior, mientras que en la adaptación, hecha por Antonioni y Suso Cecchi D’Amico, todo nace del interior con el fin de hacer grande la (según el propio Pavese) grotesca y trivial tragedia de esas mujeres y del mundo falso (no menos grotesco) de la haute costure, proyectándola sobre el marco de un Turín grisáceo y lluvioso. (José María Latorre en Miradas de cine)

El tratamiento de problemáticas de la burguesía urbana -algo que sería una constante en la obra de Antonioni- está presente en el film, pero en esta ocasión puesto en relación con aquellas propias de la clase baja. El personaje de Clelia, predominante en la historia, una joven e independiente muchacha nacida en un barrio proletario de Turín, vuelve a su ciudad natal convertida en la representante de una importante firma textil de Roma, y allí se conecta con un grupo vernáculo de amigas mientras mantiene un ligero romance con un muchacho de extracción popular. De esta manera su personaje actúa como pivote entre los intereses y expectativas de la clase acomodada (a la que pertenecen sus amigos turineses) y aquellos de la clase trabajadora, manifestados (incluso explícitamente) por Carlo, el ayudante del arquitecto. (Rodrigo Aráoz en el El ángel exterminador)

Tejida con diálogos esenciales y de tono malicioso (como en la secuencia de la playa, donde Rosetta es asaeteada por los comentarios mordaces de las amigas), el drama escenificado en el film de Antonioni se separa algo de la novela de Pavese, pero restituye bien su profundidad y amargura. Es un film sobre todo psicológico que describe de modo lúcido las relaciones de clase y la crueldad aburrida que anima los ambientes burgueses. La atención del director, de acuerdo con los temas típicos de su filmografía, se dirige principalmente a las protagonistas y a la ambigua condición que encarnan: mujeres ricas, en apariencia libres pero prontas a revelar su dependencia del hombre, que es presentado como un ser frágil en el plano humano pero fuerte en su papel social. Apoyado por una fotografía óptima (en particular los exteriores de Turín), Le amiche manifiesta un rigor formal incluso en el vestuario así como en la parcela narrativa que concede poco al espectáculo. Ambos aspectos utilizados para subrayar el alcance del lenguaje de la moda.

Título español: Las amigas.

Reparto: Eleonora Rossi Drago, Gabriele Ferzetti,Valentina Cortese, Franco Fabrizzi, Ettore Manni, Ivonne Furneaux.


viernes, 14 de agosto de 2015

Nothing Sacred (1937). William A. Wellman


El reportero Wallace Cook propone a su periódico publicar una serie de historias sobre Hazel Flagg, una chica que asegura está mortalmente intoxicada por exposición al radio, lo cual es falso. A pesar de ello, acepta viajar con Cook a Nueva York, donde se enamoran, pero la situación se complica, pues un médico alemán descubre que ella finge su enfermedad.

La primera comedia de enredo filmada en color, Nothing Sacred también representa el primer uso en un film en color de efectos de proceso, montaje y proyecciones con luneta trasera. Los fondos para las proyecciones traseras fueron filmados en las calles de Nueva York. Paramount Pictures y otros estudios refinaron esta técnica en posteriores películas en color.
Ben Hecht figura como guionista. Se dice que escribió el guión en dos semanas adaptando el relato "Letter to the Editor" de James H. Street que habia sido publicado en Heart's International-Cosmopolitan. Hecht escribió un papel en la película para su amigo John Barrymore, pero el productor David O. Selznick rechazó contratar a Barrymore ya que se había convertido en un alcohólico incurable. Esto causó una discusión entre Hecht y Selznick y el primero abandonó la película. Budd Schulberg y Dorothy Parker fueron llamados para escribir las escenas finales y muchos otros escritores contribuyeron en el guión: el propio Selznick, William Wellman, Sidney Howard, Moss Hart, George S. Kaufman y Robert Carson.
Una de las razones por las que el film está considerado entre las más celebradas comedias de enredo de todos los tiempos es que por debajo del humor se incorporan temas ásperamente cínicos de corrupción y deshonestidad. Este film, juntamente con The Front Page (1931) también escrito por Hecht y su remake de 1940 His Girl Friday con Cary Grant, caricaturiza las triquiñuelas a las que recurrían algunos periódicos para obtener un reportaje de impacto.

La reina de Nueva York cumple con todos los requisitos de las buenas comedias de la época. Partiendo de un guión ingenioso e impecable el director William A. Wellman nos ofrece un enredo dinámico y muy entretenido. Fredric March es un periodista en horas bajas. Carole Lombard es una mujer a la que erróneamente le diagnostican una enfermedad mortal. El primero intentará impulsar su carrera con la desgracia de la segunda. Contado así podría tratarse de un dramón de primera. Pero no, ya que estamos ante una comedía de enredo con tintes ácidos que funciona muy bien desde la primera y divertida secuencia. (Ernesto en Film Affinity)
  
Lo sorprendente es observar cómo hace setenta años, el periodismo adolecía de los mismos problemas que ahora sufre en sus entrañas. Así, lo que parece tan novedoso o a lo mejor cotidiano es más bien un hábito ya sembado y enraizado en tan largo tiempo. Eso es lo que nos muestra La reina de Nueva York (Nothing Sacred, 1937), unos periodistas corrompidos por la sed de éxito periodístico a costa de explotar las historias más crueles; unos protagonistas de la noticia que buscan la fama cueste lo que cueste; y por último (y mal que nos pese), un público interesado por el lado más vomitivo de la naturaleza humana. (Las noches americanas)

Inteligente sátira de costumbres que se sustenta en un agudo guión y en una construcción tan robusta como incisiva. La campaña periodística creada en torno a una mujer que supuestamente debe morir por haber estado expuesta a unas radiaciones letales, da pie a una serie de situaciones realmente felices. En 1954, Dean Martin y Jerry Lewis tomarían los papeles de March y Lombard en una nueva versión dirigida por Norman Taurog: "Viviendo su vida". (Fotogramas)

Desde 1965 el film es de dominio público en Estados Unidos.

Película estrenada en España en noviembre de 1946.

Título español: La reina de Nueva York.

Reparto: Carole Lombard, Fredric March, Charles Winninger, Walter Connolly.


jueves, 6 de agosto de 2015

The Accidental Tourist (1988). Lawrence Kasdan


Macon Leary (William Hurt), un escritor de guías de viajes para hombres de negocios, acaba de sufrir un terrible golpe al morir su hijo en un accidente. Su abatimiento y apatía son tales que su universo personal y familiar se desmorona, y su mujer decide abandonarlo. Un día conoce por casualidad a la extravagante Muriel (Geena Davis), una joven con un carácter, una educación y unas circunstancias personales que, a primera vista, la hacen diametralmente opuesta a él; sin embargo, a su lado, Macon va recuperando poco a poco las ganas de vivir.

La historia se centra en la vida interior del protagonista, los problemas personales que le afectan, el progresivo desmoronamiento moral que padece, la apatía y la falta de capacidad de tomar decisiones que le caracterizan. Explora sus deseos de soledad, su insano aislamiento y las consecuencias de todo ello. Cuenta sólo con la compañía del perro Edward, la máquina de escribir, el trabajo y sus viajes. El drama de Macon suma a las causas externas o sobrevenidas la debilidad personal y la escasez de habilidades para afrontar el desánimo y el dolor. La irrupción en su mundo de nuevas oportunidades produce en su interior un impacto inesperado y no deseado, que da lugar a nuevos temores y mayores inseguridades. La opción que se le plantea es aceptar la desgracia, asumiendo que, pese a todo, su felicidad es todavía posible. Inseguro por naturaleza y poco dado a tomar decisiones, Macon se enfrenta a una situación que le supera y desborda. (Miquel en Film Affinity)

"Una obra modesta y sencilla (...) un personaje anticlimático al que Kasdan dignifica con la mirada de un director tan atento como arriesgado. Sin miedo a abrazar el melodrama, Kasdan sortea la sensiblería con increíble precisión. Una maravilla." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
 
El dolor expresado en la película es sordo, profundo y callado. No hay gritos ni alaridos, no hay locura más allá de aceptar la propia locura que es la vida, no hay desgarro emocional. Por eso quizás El turista accidental cala tan hondo porque consigue conectar con cómo expresamos la desolación en la vida real. (TCM)

Hay muchas secuencias especiales en “El turista accidental”, pero me quedo con ésta: Macon ha sido abandonado por su mujer y convive con el perro. El animal es cada vez más agresivo e intratable. De hecho, provoca un accidente que tiene como resultado que Macon se rompa la pierna. A Macon ni siquiera le gusta el perro. Para todos, incluidos sus hermanos, el animal es sólo un incordio. ¿Por qué no se deshace de él? le preguntan. Macon no contesta. Mira al perro, y sobre esa imagen entra un flash-back del animal unos meses antes, jugando a la pelota con su hijo. Volvemos al presente. Macon no necesita decir nada. Simplemente, niega con la cabeza. Sabes que nunca se librará de ese perro porque le recuerda a su hijo, porque tal vez es lo último que le une a él. Y la forma de contarlo ha sido limpia, emocionante y sutil. Hace falta mucho talento y un actor como William Hurt para que funcione. (Algunas cositas buenas)
 
Adaptación de una novela de Anne Tyler que, sobre el papel, no carecía de posibilidades. Kasdan se equivocó en el enfoque de la narración, convirtiendo un itinerario moral en un simple melodrama familiar y confundiendo el intimismo con la sensiblería. Estos errores limitan terriblemente los resultados, pero debe reconocerse que este equívoco material está manufacturado con pericia. (Fotogramas)

Película estrenada en España el 17 de marzo de 1989.

Título español: El turista accidental.

Reparto: William Hurt, Kathleen Turner, Geena Davis, Amy Wright, Bill Pullman.


jueves, 9 de julio de 2015

Jeremiah Johnson (1972). Sydney Pollack


Durante la guerra de Intervención estadounidense en México (1846-1848), el soldado Jeremiah Johnson (Robert Redford) se dirige a las Montañas Rocosas con el propósito de abandonar la vida en las ciudades y cazar animales como osos y castores para más tarde vender sus pieles a buen precio. Emprende así la vida solitaria de los montañeses, en la que tiene que aprender a valerse por sí mismo y a susbsistir con lo que encuentre en el ambiente. Al principio pasa dificultades, pero consigue la ayuda de un viejo trampero, «Garra de Oso» Chris Lapp (Will Geer), para sobrevivir a su primer invierno.
Posteriormente forma un hogar con una mujer amerindia de la tribu de los cabezas lisas, a la que su padre llama, en francés, «La Cygne» («Swan», «Cisne» en inglés, interpretada por Delle Bolton) y con un niño al que adopta y da el nombre de Caleb (Josh Albee). Caleb, del que la película no revela el verdadero nombre en ningún momento, había sobrevidido a la masacre de su familia por parte de una incursión india. Después de que Caleb y Swan fuesen asesinados a manos de unos indios crow, Johnson inicia una busca insaciable de venganza.

Película basada en parte en la vida del "hombre de montaña" (mountain man) John "Liver-Eating" Johnson (c.1824-1900; su apodo significa "come-hígados").
El guion, de John Milius y Edward Anhalt, está basado en los libros de Raymond Thorp y Robert Bunker Crow Killer: The Saga of Liver-Eating Johnson (El matador de indios crow: la historia de Johnson el Comehígados) y en el de Vardis Fisher Mountain Man (Hombre de montaña). La cinta está ambientada en el Estado de Colorado pero fue rodada en Utah.

"Cuanto en la película es físico, es auténtico. La manera de colocar las trampas, de pescar y preparar el fuego, la vestimenta de las gentes, el sistema de mantenerse caliente durante la noche haciendo un agujero en el suelo, colocando en él trozos de carbón ardiendo y cubriéndolos de tierra, la manera de descuartizar los animales y cómo hacen los cuchillos con que hacerlo es auténtico, al menos de acuerdo a mis informaciones. No hay nada en la película concerniente a los detalles técnicos que no sea auténtico". (Sydney Pollack)

Jeremiah Johnson (excepcional Redford) emprende un viaje solitario a las montañas. Un viaje que tiene mucho de iniciático... Así comienza este apasionante western ecologista sobre la soledad, la supervivencia y la búsqueda de uno mismo. El paisaje se convierte en un personaje más de una película llena de espíritu aventurero de principio a fin, gracias a unas imágenes desbordantes de poesía y de naturaleza, un portento de intensidad narrativa y visual que te hace estar allí, en medio de la nada. Y en realidad en medio de todo. Una obra magistral. (Pablo Kurt)

Prácticamente sin grandes dosis de acción, pero con una fuerza y una intensidad como pocas. Llena de soledad y silencios. Un personaje como el Ethan de "Centauros del Desierto", que aparece sin saber prácticamente nada de él para seguirle a los confines de la tierra. (Ciudadano Noodles)

"Una obra maestra" (Carlos Boyero. El Mundo)

Sydney Pollack entregó una fabulosa película, en la que fue la segunda de las siete en que trabajó con su actor fetiche Robert Redford. Antes de rodarse se barajaron varios nombres, entre ellos los de Sam Peckinpah como director, y Clint Eastwood como protagonista. El film contiene no sólo una mensaje de corte ecologista, de amor a la naturaleza, sino que habla del choque de civilizaciones, y de la posible armonía entre las mismas. En el primer apartado, tenemos lo que se ve como una profanación de territorio sagrado indio; en la otra cuestión está la esposa india del protagonista. También se aborda el tema de la soledad, que a larga siempre es mala, el ser humano necesita compañía. (Decine21)

“Las aventuras de Jeremiah Jonson” es un atípico western que ha pasado inmerecidamente casi desapercibido y que probablemente pueda codearse con los mejores. Y no sólo con los mejores del género del Far West, sino con las mejores películas de aventuras, como la inmensa “Dersu Uzala” de Kurosawa: historias donde el hombre se funde con la naturaleza y el mundo salvaje para dar todo de sí mismo y aprender a escucharse en el silencio. Para la antología del cine queda ese hermoso plano congelado de Jeremiah con la mano en alto devolviendo el saludo al jefe indio. Es el triunfo del héroe. Teseo ha vencido al minotauro –aquí representado al mismo tiempo por el mundo de las dos culturas que zarandean al protagonista: la salvaje y la civilizada– y se ha convertido en un ser respetado por los dioses. Sólo que en este caso, nuestro protagonista no regresará a Atenas... Porque ya ha ganado su sitio. Y cada vez que algún excursionista se interne por los senderos de los parques naturales de las Rocosas, bajo las cumbres nevadas, entre álamos y grandes abetos, aún hoy creerá ver a lo lejos la silueta del trampero con su rifle y el abrigo de pieles. (Pedro en Film Affinity)

Película estrenada en España el 9 de octubre de 1972.

Título español: Las aventuras de Jeremiah Johnson.

Reparto: Robert Redford, Will Geer, Stefan Gierasch, Paul Benedict, Jack Colvin, Delle Bolton, Josh Albee.


jueves, 2 de julio de 2015

Summer of '42 (1971). Robert Mulligan



Tres amigos pasan las vacaciones de verano en una isla frente a la costa de los Estados Unidos. La Segunda Guerra Mundial se encuentra en plena escalada, pero en ese lugar reina la tranquilidad. Mientras sus dos compañeros se interesan por las chicas de su edad y por jugar, Hermie (Gary Grimes) se enamora de una mujer joven, Dorothy (Jennifer O'Neill), casada con un piloto militar. Hermie le brinda su amistad a Dorothy mientras su esposo muere en guerra, por lo que culmina un romance entre Hermie y Dorothy.

Es un drama sobre el pasaje a la edad adulta y la guerra, basada en las memorias del escritor y guionista Herman Raucher. Cuenta una historia de Raucher cuando tenía 14 años de edad, durante las vacaciones de 1942 en la isla de Nantucket, en Massachusetts, frente a las costas de Nueva Inglaterra. La película narra el romance entre él y una mujer, llamada Dorothy, cuyo esposo está en el frente de batalla durante la Segunda Guerra Mundial.

La película (y la novela) corresponden a memorias escritas por Herman Raucher; las mismas relatan los eventos que vivió durante un verano que pasó en la Isla Nantucket en 1942 cuando tenía 14 años de edad. Originalmente, la película se pensó como un homenaje a su amigo Oscar "Oscy" Seltzer, un médico del ejército que murió en la guerra de Corea. Seltzer murió de un disparo en una batalla en Corea mientras atendía a un hombre herido en combate; esto sucedió el día del cumpleaños de Raucher, y por ese motivo desde entonces Raucher no ha celebrado su cumpleaños. Mientras escribía el guion, Raucher se dio cuenta que a pesar de que había crecido junto con Oscy y que habían sido compinches durante su adolescencia, ellos dos nunca habían tenido una conversación sobre temas trascendentes o llegado a conocerse en un plano más personal.
Raucher decidió concentrase en la primera experiencia importante de su vida como adulto, o sea la primera vez que se enamoró. La mujer (llamada Dorothy, al igual que el personaje de la película) estaba de vacaciones en la isla, Raucher la había conocido un día en que le ayudó a acarrear las provisiones; Raucher desarrolló una amistad con ella y su esposo y le brindó su ayuda luego de que su esposo fuera alistado para pelear en la segunda guerra mundial. Raucher tuvo relaciones con ella una noche en que la había ido a visitar, y que coincide con el día en que ella es informada por el gobierno norteamericano que su esposo ha fallecido. A la mañana siguiente, Raucher descubre que ella se ha ido de la isla, dejándole una carta (la que se lee al final de la película, y se encuentra transcrita en el libro). Raucher nunca volvió a ver a Dorothy; su último "encuentro" con ella, que fue relatado en un episodio de The Mike Douglas Show, tuvo lugar luego del estreno de la película en 1971, cuando recibió una carta de ella junto con otra docena de cartas de distintas mujeres que afirmaban ser "su" Dorothy. Raucher reconoció la caligrafía de la Dorothy "auténtica", y ella confirmó su identidad al relatar algunos detalles que solo ella podía conocer. Ella le contó a Raucher que había vivido durante muchos años con el sentimiento de culpa de que pudiera haberlo traumatizado y arruinado su vida. Dorothy le indicó a Raucher que se alegraba de que él estuviera bien, y que era mejor para ambos no revivir el pasado.

Cabe destacar el empleo que Mulligan, arropado por la fotografía de Robert Surtees, hace de la característica bruma de la costa californiana, recurso idóneo para envolver en un halo onírico las secuencias románticas, a caballo entre la fantasía y el recuerdo embargado por la alteración emocional. (El crítico abúlico)

"Sentimental, nostálgica y encantadora película. La banda sonora de Michel Legrand se llevó un merecido Oscar." (Fernando Morales: Diario El País)

Un relato suavemente nostálgico que plantea la educación sentimental de un adolescente norteamericano durante la Segunda Guerra Mundial. Se desarrolla en un registro narrativo basado en las brumas que suelen enturbiar el recuerdo, y en este sentido mantiene un tono muy equilibrado. Cierta tendencia al edulcoramiento y un ritmo excesivamente premioso le impiden llegar a una altura superior. (Fotogramas)

Película estrenada en España en 1973.

Título español: Verano del 42.

Reparto: Jennifer O'Neill, Gary Grimes, Jerry Houser, Oliver Conant.


viernes, 26 de junio de 2015

Wichita (1955). Jacques Tourneur


Wyatt Earp, antiguo cazador de búfalos y aventurero, llega a Wichita (Kansas), un pueblo ganadero en el que impera la ley del más fuerte. Su habilidad con el revólver le convierte en el candidato perfecto para el puesto de sheriff, pero rechaza el empleo. Sin embargo, las circunstancias hacen que se sienta moralmente obligado a imponer la ley y el orden en la caótica ciudad.

La dirección de Tourneur aporta un tratamiento refinado y elegante de la historia, toques de exquisita sutileza, el uso reiterado de la sugerencia como recurso narrativo, la aplicación de elipsis rotundas (paso de un plano en el que dos personajes se estrechan la mano a otro en el que se prepara el lanzamiento de arroz a dos recién casados) y una puesta en escena siempre inquietante. (Miquel en Film Affinity)

Buena parte del interés de esta excelente película recae en su espléndido uso del Cinemascope, formato que al propio Tourneur le parecía muy interesante: «El Cinemascope es el mejor de los formatos, incluso para una historia íntima (…) Desde que acabó el cine mudo, hemos tenido una cierta tendencia a olvidar la importancia de la composición pictórica; todos los esfuerzos se concentran sobre el texto, sobre la palabra. El Cinemascope obliga a componer» . Si bien es verdad que, dejando aparte el personaje de Earp, el resto de los que aparecen en el relato parecen a su lado algo desdibujados, ello se debe a que Tourneur concentra sus energías en aquél presentándolo como un ente extraño y perturbador que viene a alterar, para bien o para mal, la vida de Wichita y sus habitantes. El uso del formato panorámico contribuye sobremanera a la descripción del protagonista, poniéndolo constantemente en relación con el resto de personajes dentro del plano, en el que quizás sea uno de los films más elaborados a nivel de composición visual del encuadre de toda la carrera de su autor. (Tomás Fernández Valentí en Cine Archivo)

Stranger on Horseback y Wichita, ambas en color, la segunda en Scope, transcurren en espacios más ásperos, entre las paredes de la cárcel, en el saloon, en las calles polvorientas que irremediablemente servirán para que héroes (no proscritos) y villanos resuelvan a tiros sus problemas. Son westerns hieráticos, como lo es la composición de McCrea. Tourneur hace angulosos y desazonantes los espacios, especialmente en Wichita, donde el Scope ofrece un recurso longitudinal que busca el dinamismo interno del plano a pesar de que la acción se concentre en escenarios cerrados y progresivamente abstractos. A diferencia de Ford y Lang, pero coincidente con Boetticher, Ray o Fleiseher, Tourneur apreciaba el formato panorámico y tenía unas teorías peculiares al respecto: «Pienso que el CinemaScope es muy relajante para el espectador porque su mirada va de un personaje a otro, y eso cansa menos la vista que mantenerla fija sobre una mancha luminosa en medio de la oscuridad». (Quim Casas, Miradas de Cine)

Tourneur realiza una exquisita puesta en escena, marcada con un uso llamativo de los colores, reflejo de un mundo en expansión (excelente la utilización del formato scope). Consigue además manejar muy bien el tempo narrativo (hablamos de una de esas ejemplares películas en las que nos narran todo muy bien en 80 minutos), permitiéndose el lujo de ofrecernos un par de momentos planteados como si de un film de suspense se tratase. Son éstos instantes en los que ‘Wichita’ se vuelve muy violenta, pero se trata de una violencia contenida, a punto de explotar, y que provoca en el espectador una tensión inesperada. Sirvan como ejemplo las escenas en las que Earp se enfrenta sólo a un grupo de hombres (escena precisamente homenajeada en ‘Appaloosa’ con resultados lamentables), o aquella en la que llegan a la ciudad dos hombres contratados para hacer frente a Earp. (Alberto Abuin en Blog de cine)

"El maestro Jacques Tourneur asombra de nuevo (...) puesta en escena cercana a lo fantasmagórico. Así crea una obra tan inquietante como magistral, de belleza plástica desbordante." (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)
La conocida y repetida historia de Wyatt Earp dio pie a un western de modestos planteamientos y estimulantes resultados. Los limitados medios utilizados en su realización no llegan a hacerse patentes por la sabiduría narrativa de un director que, con concisión e inteligencia, llevó a buen puerto un proyecto cuya simplicidad no excluye la inspiración. (Fotogramas)

Película estrenada en España en octubre de 1956.

Título español: Wichita, ciudad infernal.

Reparto: Joel McCrea, Vera Miles, Lloyd Bridges, Wallace Ford, Edgar Buchanan, Peter Graves.