miércoles, 24 de septiembre de 2014

Krótki film o milosci (1988). Krzysztof Kieslowski


Tomek es un joven de 19 años que vive obsesionado con Magda, una mujer treintañera a la que espía cada tarde con unos prismáticos. Ella es una mujer liberal y sin prejuicios que invita a su casa a muchos hombres. Tomek, celoso, decide trabajar como repartidor de leche para interrumpir sus citas amorosas.

Es la versión extendida, con modificaciones, del capítulo VI de Decálogo (Dekalog), serie de 10 capítulos de 60 minutos realizados por el autor para la TV polaca en 1988.

La película construye una atmósfera intimista, gratificante y absorbente, no exenta de lirismo. La imagen predomina claramente sobre la palabra, concisa y breve, demostrando que en cine casi todo puede decirse a través de la vista. El relato explica una historia sencilla, pulcra y equilibrada, que evita estridencias (colas del racionamiento, pulso entre Solidaridad y el Gobierno, manifestaciones callejeras, represión oficial). La tensión dramática se eleva gradualmente desde la desoladora soledad de Tomek y su pasión por observar a Magda, sus torpes intentos de verla de cerca para hablar con ella, entablar amistad y declararle su amor, hasta su huida desesperada. Tomek y Magda pertenencen a dos mundos opuestos: él no ha conocido a ninguna chica y ella ha tratado a muchos hombres, él busca el amor y ella sólo puede ofrecer sexo, él es ingenuo e inexperto y ella tiene muchos amigos. Ambos comparten dos cosas: la afición al voyeurismo y los escrúpulos religiosos. Los protagonistas son personas comunes, extraídas de la vida diaria, ajenas a la grandilocuencia de los héroes y privilegiados. Sus problemas se perciben como próximos, casi propios. La obra, rica en sutilezas y sugerencias, deja el ánimo del espectador profundamente conmovido. (Miquel en Film Affinity)

Ni rastro de sexo ni desnudos explícitos en una película especialmente proclive para su inclusión, lo que demuestra el afán del director por dejar a la imaginación del espectador el retrato psicológico de esos dos seres malheridos, necesitados urgentemente de afecto. Los diálogos quedan relegados al margen y Kieslowski otorga toda la fuerza de la película a la imagen, poderosa y sometida a permanentes claroscuros, como si ésta ayudase a configurar la personalidad de los protagonistas. (Pablo Sánchez)

"Reflexión austera y elocuente." (Días de cine)

Versión ampliada del sexto episodio del ""Decálogo"", en la que se modifica el desenlace pero no el sentido general de la historia. Su juego sutil y enfermizo conseva la capacidad de sugestión, pero revela una tendencia a la divagación en comparación con su referente abreviado. Pese a ello no es una obra despreciable. (Fotogramas)

Título español: No amarás.

Reparto: Grazyna Szapolowska, Olaf Lubaszenko, Stefania Iwinska, Piotr Machalica.


martes, 16 de septiembre de 2014

Psycho (1960). Alfred Hitchcock


Una joven secretaria, tras cometer un robo en su empresa, huye de la ciudad y, después de conducir durante horas, decide descansar en un pequeño motel de carretera regentado por un tímido joven llamado Norman. Todo parece normal y tranquilo tanto en el apartado motel como en la casa de al lado en la que viven Norman y su madre, pero las cosas no son lo que parecen.

Inicialmente la película recibió comentarios mixtos, pero en una revisión motivó opiniones muy positivas que dieron lugar a cuatro nominaciones a los Premios Oscar. Considerada hoy como una de las mejores películas de Hitchcock, y elogiada como una obra de arte cinematográfica por la crítica internacional, Psicosis también ha sido aclamada como una de las películas de terror más eficaces. Se trata de una película en la que cada escena es casi legendaria, y muchas han sido copiadas o parodiadas. La película dio lugar a varias secuelas y una nueva versión, que generalmente son vistas como obras de menor calidad.

La película se basó en la novela Psicosis (1959) de Robert Bloch, que se basa a su vez (aunque muy poco) sobre los crímenes del asesino en serie de Wisconsin, Ed Gein. Hitchcock adquirió los derechos para la película a través de un agente por 9000 dólares.

 Hitchcock adoptó Psicosis como medio para recuperar el éxito y la individualidad de un género cada vez más competitivo. Había visto muchas películas B de William Castle, como House on Haunted Hill (1959), y de Roger Corman, como A Bucket of Blood (1959).
Además, ambos Hitchcock y Henri-Georges Clouzot habían adaptado dos libros de los mismos autores, con resultados muy diferentes. Clouzot adaptó Les Diaboliques (1955), basada en una novela de Boileau-Narcejac, que fue aclamada y económicamente exitosa, mientras que la película de Hitchcock Vértigo (1958), basada en la novela de Boileau-Narcejac D'Entre Les Morts, no obtuvo en ese momento buenas críticas ni ganancias económicas. Hitchcock también se tuvo que reinventar constantemente, preocupándose de Psicosis por su originalidad y como una manera de volver a ser aclamado como uno de los mejores directores de suspense.

Paramount, cuyo contrato garantizaba otra película de Hitchcock, no quería producir Psicosis. La posición oficial de la productora consideraba que el libro era "demasiado repugnante" e "imposible para una película", que no le gustaba "nada en absoluto", por lo que negó el presupuesto habitual. Así, la película debió ser financiada a través de la creación de la productora Shamley Productions (que había producido "Alfred Hitchcock Presenta"). El escenario original de la Casa y el Motel Bates fueron construidos en el mismo estudio que el escenario de El Fantasma de la Ópera, que aún se mantiene en pie en los Estudios Universal, en Universal City, cerca de Hollywood, y constituye una atracción del estudio. El celebérrimo diseño del motel está inspirado en el cuadro de Edward Hopper "House by the railroad".
Para mantener los costes bajos y por la propia comodidad de Hitchcock, la mayor parte del equipo de producción fue el utilizado anteriormente en la serie de televisión "Alfred Hitchcock Presenta", incluido el director de fotografía (John L. Russell), al escenógrafo, supervisores, y el primer asistente de dirección. Se contrató a Bernard Herrmann para la banda sonora, a George Tomasini como editor, y a Saul Bass en el departamento artístico. Algunos de los motivos de producir la película en blanco y negro fue no mostrar la sangrienta escena de la ducha en color. En total, contratar a sus trabajadores le costó 62.000 dólares.

Hitchcock hizo la mayor parte de la promoción por su cuenta, prohibiendo a Leigh y a Perkins hacer entrevistas para la televisión, la radio o la prensa por temor a revelar el contenido de la película. Incluso a los miembros de prensa y críticos no se les dio proyecciones privadas, sino que tuvieron que ver la película con el público en general. Esto posiblemente podía afectar las reseñas de la película, pero ayudó a preservar en secreto el contenido de la película hasta su estreno.
El tráiler de la película muestra a Hitchcock llevando al espectador en un recorrido por el set, dando algunos detalles de la trama antes de detenerse a sí mismo. La música presente en el tráiler es el tema de Bernard Herrmann usado en la película, pero también con música alegre al estilo de una comedia. El tráiler fue hecho tras finalizar la producción de la película. Debido a que Janet Leigh no estaba disponible en ese momento, Hitchcock le pidió a Vera Miles usar una peluca rubia y gritar para la secuencia de la ducha, después de la cual aparece el título Psicosis que cubre la pantalla de forma instantánea. El cambio de Janet Leigh por Vera Miles para el tráiler pasó desapercibido por el público durante años, no obstante análisis detallado de la escena revela claramente que es Vera Miles y no Janet Leigh en la ducha durante el tráiler.
La medida más polémica usada por Hitchcock fue "no admisiones tardías" para la película, que fue inusual para la época. No era la primera vez que se veía esto, pues Henri-Georges Clouzot había hecho lo mismo para su película Les Diaboliques. Hitchcock pensó que si la gente entraba en el teatro tarde y nunca veía a Janet Leigh, se sentirían engañados. En un primer momento los propietarios de los teatros se opusieron alegando que perderían dinero, pero después del primer día los propietarios disfrutaron de largas filas de personas esperando a ver la película.

En su novela, Bloch utiliza una estructura poco común: en repetidas ocasiones presenta protagonistas simpáticos que desaparecen de la trama tras ser víctimas de violencia extrema. Esto trastoca las expectativas del lector, transmiténdole ansiedad e incertidumbre. Hitchcock reconoció el efecto que este enfoque podría tener en el público, y lo utiliza en su adaptación, cuando acaba con el personaje interpretado por Janet Leigh en el final del primer acto. Este audaz recurso fue un sorprendente y desconcertante giro de los acontecimientos en 1960. Lo más original e influyente de la película es la "escena de la ducha", que se convirtió en icono en la cultura popular, porque es a menudo considerada como una de las escenas más aterradoras jamás filmada. Parte de su eficacia se debe a la utilización de técnicas de edición sorprendentes, tomadas del montaje soviético y a la intensa e imaginativa partitura musical, de Bernard Herrmann.
Psicosis es ampliamente considerada como la primera película en el cine del subgénero de terror slasher, y es un buen ejemplo del tipo de película que apareció en la década de 1960 después de la erosión del código de producción. No tenía precedentes en su representación de la sexualidad y la violencia, como se puede ver en la escena de apertura, donde Sam y Marion se muestran como amantes que comparten la misma cama. En los estándares del momento, el hecho de mostrar a las parejas en la misma cama era tomado como un tabú. Además, en ese momento, la idea de ver en pantalla un retrete no era aceptable en películas y programas de televisión. Su éxito de taquilla ayudó a impulsar la muestra más gráfica de los temas previamente censurados.

"Lo que hace inmortal a 'Psycho', cuando muchas otras películas las hemos casi olvidado tras salir del cine, es que conecta directamente con nuestros miedos." (Roger Ebert: Chicago Sun-Times)
"Una obra maestra del entretenimiento y el horror de la que Perkins nunca pudo huir" (Javier Ocaña: Cinemanía)
"Una de las grandes obras maestras del género. Tensión, terror e intriga en un filme de imprescindible revisión" (Fernando Morales: Diario El País)

"En un agobiante clima del más clásico terror, Hitchcock, pone en angustioso relieve, dos de los tabúes más sólidos de la cultura occidental: el sexo y la relación maternal; la imperiosa necesidad de liberación de los instintos y el placentero cobijo de la madre; el conflicto entre el ansia de volar y el miedo a la libertad (los pájaros disecados). En Norman Bates, se acabarán fundiendo estas incertidumbres en una incompatible y aberrante confusión final." (Angel Lapresta en El criticón)

Una de las muestras más depuradas del talento de Hitchcock para montar una apasionante intriga a partir del más simple de los artificios. En este sentido, la convención psicoanalítica de la narración de Robert Bloch queda desmontada por el propio desarrollo de la historia, quedando sólo en pie su magistral y rigurosa capacidad de fabulación. (Fotogramas)

Título español: Psicosis.

Reparto: Anthony Perkins, Vera Miles, John Gavin, Martin Balsam, John McIntire, Janet Leigh.



jueves, 4 de septiembre de 2014

Le trou (1960). Jacques Becker



Francia, 1947. Gaspard Claude ha sido acusado del intento de asesinato de su mujer, pero es inocente. Una vez en la cárcel, comparte celda con cuatro duros criminales que han decidido escapar de la prisión construyendo un laborioso túnel. A duras penas, convencen al joven para que se una al plan de fuga y participe en los trabajos de excavación. Brillante ejercicio de precisión narrativa, apabullante en su perfecta simplicidad; es, sin duda alguna, la obra más redonda de Becker. Basada en un libro de José Giovanni.

Jean Keraudy, además de ser un actor amateur -trabajó aquí en su primera y única película-, vivió en carne propia esta historia; son hechos reales y sucedieron en la cárcel francesa de la Santé en 1949.

La evasión fue la obra póstuma de Becker, quien falleció dos semanas después de finalizar la película (algunos detalles fueron completados por su hijo, también director, Jean Becker), y la influencia que tuvo en el cine posterior se nota tanto en las películas que intentaron atrapar la realidad, tal y como Becker hacía, como en aquellas que, tratando sobre fugas carcelarias, contenían el mismo método minucioso que se plantea en La evasión. (Alberto Abuín)

Le trou es un filme de una riqueza inagotable, una obra que por sí sola marca un punto y aparte en la cinematografía francesa. Un lugar de llegada que quizá no tuvo una continuidad por que era difícil llegar a repetir unas cotas como las alcanzadas, en las que la hondura psicológica de todos sus personajes fuera en consonancia a su sobriedad expositiva, y en diametral oposición a los auténticos “tours de force” cinematográficos que constantemente nos dosifica Becker con la sabiduría de un maestro -uno de ellos es la enorme complejidad con la que se filman los planos a través del diminuto espejo adosado al cepillo de dientes; la primera vez que contemplamos el procedimiento nos quedamos deslumbrados por la aparente facilidad con que se muestra el encuadre, más adelante ya se nos muestra familiar su recurso-. En su momento Jean-Pierre Melville comentó que la obra póstuma de Jacques Becker era “el más bello filme francés”. (...) Pocos realizadores en el cine tuvieron -en este caso de forma involuntaria- un testamento tan admirable, sentido, directo y al mismo tiempo narrado de forma tan creíble y cercano. Una absoluta obra maestra. (Ángel y Jaume Marín)

Sólo un maestro del cine puede lograr ciertas secuencias memorables, entre ellas un plano sublime que es casi una metáfora visual de la existencia humana: a lo largo de los túneles subterráneos dos personajes se mueven en medio de la tiniebla alumbrándose con una vela. Esta luz dibuja en el espacio negro unas líneas blancas que se deslizan por paredes, suelo y techo, líneas que acompañan a los personajes en su caminar, mientras se alejan lenta y perpendicularmente del espectador hacia lo profundo del plano…, hacia el punto de fuga. (Archilupo en Film Affinity)

Título español: La evasión.

Reparto: Michel Constantin, Jean Keraudy, Philippe Leroy, Raymond Meunier, Marc Michel.


lunes, 1 de septiembre de 2014

Ulzana's Raid (1972). Robert Aldrich


Un explorador (Burt Lancaster) ayuda a la caballería de los Estados Unidos a perseguir y a capturar a una banda de indios apaches renegados, cuyo jefe se llama Ulzana. El explorador intenta enseñar a un joven e idealista teniente que la única forma de combatir a los violentos apaches es usar una fuerza superior.

Situada en Arizona durante la década de 1880, la película comienza con el experimentado explorador McIntosh y el teniente de la caballería de Estados Unidos, el idealista DeBuin, que salen a la búsqueda y captura de un grupo de indios Apache renegados a los que lidera el gran jefe Ulzana. La historia se centra en los puntos de vista opuestos que los dos protagonistas mantienen en cuanto a Ulzana. McIntosh es frío y analítico mientras que DeBuin está escandalizado moralmente por la supuestas atrocidades, violaciones y masacres cometidas por los apaches durante su huida. Mediante su retrato psicológico de los dos hombres y el cambio de sus apreciaciones, la película también elabora una aguda crítica alegórica a la intervención de Estados Unidos en la guerra de Vietnam, que estaba teniendo lugar durante su rodaje. (Sensacine)

Puede que La venganza de Ulzana no sea una película perfecta –algunos zooms resultan feístas aunque funcionales en su aplicación, quizá ciertos momentos no posean idéntico sentido del ritmo, o puede que su arranque sea demasiado frío-. Sin embargo pese a estos inconvenientes, son muchas sus virtudes y sobre todo nos encontramos con una propuesta ciertamente arriesgada y nada convencional que quizá conviertan la película en uno de los mejores westerns de la década de los setenta. (Cinema de perra gorda)

La venganza de Ulzana es sin duda una de las mejores películas de Robert Aldrich, lo que no deja de ser curioso si tenemos en cuenta que si por algo se caracteriza este film es por un grado de contención formal y narrativa hasta cierto punto inusual en la obra del realizador de Doce del patíbulo (The dirty dozen. Robert Aldrich, 1976). En este western de raíz bélica, Aldrich se nutre del desértico paisaje de Arizona para conformar un árido tejido emocional que no necesita de subrayados ni enfatismos formales para conducir la narración hacia su culminación, discreta e inusualmente poética, pero casi tan apocalíptica en su calado moral como la que tenía lugar en El beso mortal (Kiss me deadly. Robert Aldrich, 1955) al abrir la misteriosa caja de Pandora atómica. Allí la rabia ciega del cineasta ayudaba a propagar la onda expansiva en todas direcciones, aquí la imagen se detiene, congelada sobre el rostro de un hombre que espera tranquilamente la hora de su muerte. (Ángel Santos Touza en Miradas de cine)

"Interesante western, cita ineludible para los incondicionales del género." (Fernando Morales: Diario El País)
"Reposado y reflexivo western." (Augusto M. Torres: Diccionario Espasa del cine)

Título español: La venganza de Ulzana.

Reparto: Burt Lancaster, Bruce Davison, Richard Jaeckel, Joaquín Martínez, Jorge Luke, Lloyd Bochner.