lunes, 30 de junio de 2014

Macbeth (1948). Orson Welles


Inglaterra, Edad Media. Macbeth es un noble caballero escocés. Un día, después de una batalla en la que se gana el favor del monarca, encuentra a tres brujas que le profetizan que algún día llegará a ser Rey. Después del cumplimiento de otras dos profecías formuladas por las brujas, inevitablemente Macbeth se pregunta cómo podrá cumplirse la tercera, ya que el Rey Duncan todavía esta vivo y, además, tiene dos hijos que pueden heredar el trono. En realidad, en cuanto Macbeth escuchó la profecía, la idea del asesinato de Duncan no dejó de rondar por su mente, aunque, al principio la rechazó. Sin embargo, su mujer, cuya ambición y voluntad de poder es más fuerte que la suya, intentará incitarlo a cometer el crimen.

En 1947, Orson Welles comenzó a promover la idea de llevar un drama de Shakespeare a la pantalla cinematográfica. Al principio se trató de despertar el interés de los inversores de una adaptación de Otelo, pero fue incapaz de conseguir apoyo para el proyecto. Trabajando en equipo con el productor Charles K. Feldman, Welles logró convencer a Herbert Yates, el fundador y presidente de Republic Pictures, de la perspectiva de crear una versión cinematográfica de Macbeth. Yates estaba tratando de elevar el nivel de su estudio, que producía westerns de Roy Rogers y otras características de bajo presupuesto, en un estudio de prestigio. Republic ya había intentado presentar films de excéntricas características, entre ellas Celos de Gustav Machatý (1945) y el Espectro de la Rosa de Ben Hecht (1946), así que tener un artista creativo de la estatura de Welles fue considerado como un golpe de efecto artístico.

La escenificación no vacila ante los efectos grandilocuentes y fantásticos, en una decoración de castillo medieval de cartón piedra sobre un plató de estudio. El mismo Welles abre los ojos desmesuradamente y las profundidades de campo para dar a las escenas de locura un expresionismo mudo que parece una respuesta a Iván el Terrible de Serguei Eisenstein.  Estas decoraciones rugosas, salvajes y expresionistas, así como estos efectos cinemtográficos grandiosos (picado, contrapicado y profundidad de campo), evitan a la  película caer en el academicismo de las lecturas habituales de Shakespeare, sobre todo las de Laurence Olivier. Las escenas de locura, gracias a la interpretación de Jeanette Nolan (Lady Macbeth) -entre las cuales la escena de la mano- están particularmente conseguidas así como la escena final del bosque en marcha.

En el estreno americano, Republic probó la película en varios cines. La reacción crítica fue abrumadoramente negativa, con quejas sobre la decisión de Welles de hacer hablar a sus actores con acento escocés y por su decisión de meter el texto de Shakespeare comprimido en un film de 107 minutos. Después de su estreno inicial, Republic hizo que Welles cortara dos rollos del film y le ordenó que gran parte de la banda sonora fuese grabada de nuevo con los actores hablando con sus voces normales y no imitando el acento escocés que Welles pedía inicialmente. La nueva versión fue reestrenada por Republic en 1950. Aunque la reacción crítica aún no apoyó la película, ésta le proporcionó unos pequeños beneficios al estudio.
La versión mutilada de Macbeht estuvo en circulación  hasta 1980, cuando la versión original sin cortes con acento escocés en los diálogos fue restaurada por el Archivo del Cine y la Televisión de la UCLA y la Folger Shakespeare Library . La opinión crítica sobre la película había mejorado drásticamente desde su lejano estreno y muchos consideraban el film como uno de los más notables de Orson Welles.

Primera adaptación cinematográfica de un texto de Shakespeare por parte del genio Welles -tras haber realizado varios montajes teatrales de las obras del escritor inglés. Rodada en apenas un mes y con reducido presupuesto, fue en su día un fracaso de crítica y público. (Film Affinity)

"Obra maestra que da cuerpo a las palabras del autor con una apabullante sensación de realidad. Un Macbeth atormentado y espectral: nunca su tragedia tuvo en el cine tanto rigor, tanta fuerza física y visual. Tampoco fue nunca tan radicalmente amarga" (Miguel Ángel Palomo: Diario El País)

La siempre enriquecedora combinación de los talentos de Shakespeare y Welles dio como fruto una versión donde la economía -tanto de medios como de recursos expresivos- se convierte en baza fundamental. A partir de esta simplificación logra sacarse a la superficie toda la complejidad de la obra adaptada, con una potencia que no siempre ha sido comprendida. (Fotogramas)

Reparto: Orson Welles, Jeanette Nolan, Dan O'Herlihy, Roddy McDowall, Edgar Barrier, Alan Napier.



viernes, 20 de junio de 2014

Miracolo a Milano (1951). Vittorio De Sica


Totó es un bondadoso huérfano que vive, igual que otros muchos desharrapados, en un mísero barrio de chabolas en las afueras de Milán. Cuando en los terrenos donde viven se descubre petróleo, Totó, tan ingenuo como bienintencionado, decide enfrentarse al poderoso señor Mobbi, el dueño del suelo. Aunque contiene elementos fantásticos, constituye con "Ladrón de bicicletas" y "Umberto D." la gran trilogía neorrealista de De Sica.

Tal vez lo más destacable del film, teniendo en cuenta que la historia en sí no da para más, sea el retrato descarnado de las ciudades europeas sumidas en la crisis más absoluta tras la contienda bélica. Ciudades y personajes sobrevivientes al horror, a la carencia, al vacío, cuyo único asidero es la fábula en forma de personajes mágicos con poderes para poner las cosas en su sitio y sobre todo para darles a los poderosos su medicina. Película para pasar un rato muy divertido y pensar sobre el valor de la sinceridad y la bondad. (Goiano en Film Affinity)

Adaptación de una novela de Cesare Zavattini que, de alguna manera, proponía un cruce entre el cine de Frank Capra y la ortodoxia del neorrealismo. Montada como una fábula donde los pobres vencen a los ricos gracias a intervenciones sobrenaturales, su dimensión estrictamente social es muy inferior a su encanto ingenuista. El tiempo se ha encargado de diluir su carga presuntamente corrosiva, dejando sólo su agradable aspecto fabulador. (Fotogramas)

Título español: Milagro en Milán.

Reparto: Francesco Golisano, Emma Grammatica, Paolo Stoppa, Brunella Bovo.


viernes, 13 de junio de 2014

The Wedding Banquet (1993). Ang Lee


El banquete de boda (chino: 喜宴, pinyin: Xǐyàn; Wade-Giles: Hsi yen), estrenada en 1993, es una película que trata de un inmigrante homosexual chino que vive en EE. UU. y tiene que casarse con una mujer para contentar a sus padres en Taiwán y de paso conseguir para la mujer un visado. La llegada de sus padres a EEUU para asistir a la boda complica los planes iniciales hasta niveles inesperados.
La película está dirigida por Ang Lee y actúan entre otros Winston Chao, May Chin, Ah Lei Gua, Dion Birney, Sihung Lung y Mitchell Lichtenstein. Ang Lee también tiene una pequeña aparición como invitado a la boda. Debido al bajo presupuesto disponible, la película se rodó con luz natural. Está rodada en inglés y chino y los diálogos no fueron doblados a la otra lengua, solamente subtitulados.
Ganó el premio a la mejor película en el Festival de Cine de Berlín en 1993. También fue nominada al Oscar a la mejor película en lengua extranjera.

Wai-tun Gao (Winston Chao) y Simon (Mitchell Lichtenstein) son una feliz pareja homosexual que vive en Manhattan. Wai-tung se acerca a los 30, así que sus padres taiwaneses (Sihung Lung and Ah-Leh Gua) están impacientes por verlo casado y con hijos. Para satisfacerlos, los engaña y les dice que se casará dentro de poco.
Los padres deciden sorprenderlo con una visita para el feliz acontecimiento. Wai-tun no se atreve a confesar su homosexualidad ya que el padre se ha recuperado hace poco de un ataque al corazón y decide seguir con la boda. Tras algunos incidentes, se celebra una gran boda con Wei-wei (May Chin), una artista china que no puede pagar su alquiler y que necesita un visado. Wei-wei se enamora de Wai-tun y la noche de bodas, ebrios, tienen una relación sexual.
Todas estas circunstancias llevan a que la relación entre Simon y Wai-tun se deteriore y más aún cuando Wei-wei se queda embarazada. Sin embargo, antes de que la relación se rompa, el padre de Wai-tun confiesa en secreto a Simon que sabe que es la pareja de su hijo y que aprecia el gran sacrificio que ha hecho. El padre entrega a Simon el hongbao que en la tradición china es una forma de admitir a una persona como la pareja del hijo, pero le hace prometer que todo se mantendrá en secreto.
La película termina con la decisión de Wei-wei de tener el niño y de Simon y Wai-tun, como pareja, de ejercer junto a la madre de padres del niño. La escena final es la partida de los padres de Wai-tun.

"Mucho ingenio y buenas dosis de humor y drama. (...) Muy buena" (Fernando Morales: Diario El País)

El contraste de culturas en la base de una comedia costumbrista que muestra una percepción poco común. El matrimonio de conveniencia que contrae un homosexual chino residente en Nueva York será la base de un juego de equívocos, tras los que se va revelando la oposición entre los distintos mundos que participan en el mismo. Todo funciona con extraña precisión. (Fotogramas)

Título español: El banquete de boda.

Reparto:  Ah-Leh Gua, Mitchell Lichtenstein, Sihung Lung, May Chin, Winston Chao.


viernes, 6 de junio de 2014

City Streets (1931). Rouben Mamoulian


Estados Unidos, Ley Seca (1920-1933). El padrastro de una bonita chica pertenece a una banda de traficantes de alcohol. Ella está enamorada de un atractivo joven que trabaja en una caseta de feria de tiro al blanco y desea casarse con él, pero como no tienen dinero, se le ocurre la idea de introducir a su novio en los negocios de su padrastro, sin saber que se trata de una banda criminal. A causa de una jugarreta de su padrastro, la chica acabará en la cárcel. Y, mientras, el novio ingresa en la banda.

"Las calles de la ciudad es una película dinámica, rápida, concisa, una especie de sinfonía, de musical que curiosamente no tiene música de fondo, donde la camara en sus movimientos y el ritmo casi jazzístico de sus secuencias inventan una nueva forma de hacer cine." (Granon en Film Affinity)

"CITY STREETS debe ser reconocida en cualquier antología del cine de gangsters de aquellos primeros años treinta, demostrando tanto el talento y la inventiva visual de Mamoulian –que tan sólo había filmado una película hasta entonces-, al tiempo que descubriendo el talento de dos figuras con desigual suerte en la pantalla, aunque ambos de enorme talento. La frágil Sylvia Sidney, que en aquellos años fue una auténtica revelación en la pantalla, y un jovencísimo Gary Cooper, que nadie imaginaba se convertiría en una de las mayores leyendas del cine." (Juan Carlos Vizcaíno en Cinema de perra gorda)

"Ambicioso thriller, inspirado en la interesantísima novela de Hammett, que contó entre otras virtudes con una ambientación realmente lograda." (Fernando Morales: Diario El País)

Título español: Las calles de la ciudad.
Reparto: Gary Cooper, Silvia Sidney, Paul Lukas, Wynne Gibson, William Boyd.